Coincidencias útiles: El actor Anthony Hopkins buscaba una novela de George Feifer sin lograr encontrarla y -de pronto- halló un ejemplar abandonado en el metro. Durante el rodaje de la película basada en la misma, aquella resultó ser la única copia -repleta de anotaciones- que le quedaba al autor; un amigo a quien se la prestó la había perdido en el metro.
El mundo es un pañuelo: en 1914, una señora alemana tomó 6 fotografías de su hijo y le pidió a una amiga de Estrasburgo que le llevase a revelar el carreta. A raíz de la guerra no volvió a verla, por lo que -sin el número del resguardo- no logró localizar las fotos. En 1916 compró una película cerca de Frankfurt y fotografió con ésta a su hija recién nacida. Tras revelarla comprobó sorprendida que en ella había una doble exposición; la que acaba de comprar era precisamente la película extraviada en Estrasburgo.
Coincidencias literarias: En 1837, Edgar Allan Poe publicó “Las aventuras de Arthur Gordon Pym”. En su relato, los 4 supervivientes de un naufragio, tras permanecer muchos días a la deriva, asesinan y devoran a un grumete llamado Richard Parker. En 1884, la yola Mignonette se hundió y los 4 supervivientes que escaparon acabaron comiéndose a un grumete llamado Richard Parker.
Advertencias de peligro: En 1898, Morgan Robertson escribió una novela en la que se describía el primer viaje de un gran transatlántico, el Titán, que se consideraba insumergible y se hundió en una noche de abril, tras chocar con un iceberg en el Atlántico .. 14 años después, el Titánic naufragaba en idénticas circunstancias .. En 1935, William Reeves -que había nacido el año del naufragio del Titanic- montaba guardia en el Titanian. Presa de un presentimiento, ordenó detener el barco justo cuando llegaron al lugar donde se había hundido el Titánic, evitando así ser arrollados por un iceberg.
Vidas paralelas: En 1900, el rey Humberto I de Italia cenó en un restaurante cuyo propietario -que se le parecía asombrosamente- había nacido el mismo día y ciudad que el monarca, se casó el mismo día que él con una mujer llamada igual que la reina y había abierto el establecimiento el mismo día que fue coronado el rey. El rey le invitó a asistir con él a un concurso de atletismo que tendría lugar al día siguiente. Cuando comunicaban al rey que su doble había sido asesinado a balazos aquella noche, el anarquista Bresci disparó sobre el monarca, matándole.
Coincidencias numéricas: Wagner nació en 1813. Su nombre tiene 13 letras. Escribió 13 óperas. Los números de su año de nacimiento suman 13. Su primer impulso musical se produjo un 13 de octubre. Sufrió 13 años de destierro. Terminó "Thannhäuser" un 13 de abril y dejó de ser tocada un 13 de marzo de 1845, tras su fracaso en París, no siendo repuestas hasta el 13 de mayo de 1895. El teatro de Riga, donde se presentó como director, fue inaugurado un 13 de septiembre. La casa elegida para sus festivales, en Bayreuth, fue abierta un 13 de agosto y el último día que pasó en ella fue un 13 de septiembre. Wagner falleció el 13 de febrero de 1883, que era el decimotercero de la unificación alemana.
¿Cómo encajan estas coincidencias en el orden universal?
Conan Doyle -el creador de Sherlock Holmes- o el astrónomo Flammarion nos hablaban de la intervención de entidades espirituales. Jung -fundador de la psicología analítica- explicó como manifestaciones de la mente inconsciente -individual y colectiva- los fenómenos conectados aparentemente pero que no parecen guardar entre sí una relación causa-efecto. Publicó junto al físico Wolfgang Pauli el ensayo “sincronicidad: un principio de conexión no causal”, término que definía la concurrencia de dos acontecimientos significativos, pero no conectados causalmente.
Hoy, los estadísticos disponen de una “teoría de agrupamientos”, según la cual cualquier distribución de cosas o acontecimientos hecha al azar, produce un efecto “apiñamiento" (todavía se recuerda en el casino de Montecarlo el día que la bola de la ruleta se paró 114 veces seguidas en el rojo). Se han propuesto hipótesis a-causales, como la serialidad, la mencionada sincronicidad o las propuestas por la nueva física, con conceptos como “agujeros” en el espacio o “tiempo que fluye hacia atrás”.
Desde el principio de Mach a la teoría ondulatoria de Wheeler y Feynman, pasando por el Teorema de Bell y el experimento de Einstein, Rosen y Podolski, numerosos físicos han visto un vínculo entre el mundo macroscópico y microscópico de la vida cotidiana, entendiendo que se hallan interconectados por un orden no causal. Hay quien piensan que hay algo detrás de todo, que “el universo -como dice Hoyle- es una obra planeada”, extremadamente ingeniosa y dotada de una finalidad, en la que estamos incluidos.
Jack Safartti y Saul P. Sirag han intentado explicar las sincronicidades a través de la física cuántica teorizando sobre la transferencia superlumínica de información a nivel cuántico. Los biólogos Rupert Sheldrake y Lyall Watson también han intentado explicar la multitud de extrañas causalidades que se dan en los reinos vegetal y animal. Sheldrake sostiene la existencia de “campos morfogenéticos”, análogos a los campos magnéticos, que moldearían las células y tejidos del ser vivo. Se concentrarían a través del espacio y el tiempo, de forma que las criaturas podrían aprender gracias a la experiencia previa de otros miembros a través de un “banco de memoria”.
Si a alguno le parece demasiado complicado, pero no obstante el tema le atrae, coleccionar coincidencias puede ser divertido y nada difícil de practicar.. Y si cuando termine de leer esta entrada, se disparan las coincidencias a su alrededor, que no se extrañe .. Si el primer periódico, libro, programa de televisión o radio tiene que ver con algo aquí tratado .. habrá que apuntarlo. Entonces, por favor, que lo indique en los comentarios ..
Más información:
Artículo 'Casualidades imposibles' - formarse.com.ar
Revista 'Muy Interesante' nº 55 - dic. 1985