Los premios Ig Nobel son una parodia de los Premios Nobel que suele resolverse en las mismas fechas que los premios originales, aproximadamente en el mes de octubre. Están organizados por la revista de humor científica Annals of Improbable Research (AIR), y co-patrocinados por varias sociedades que ostentan la palabra Harvard en su denominación, como The Harvard Computer Society o The Harvard-Radcliffe Society of Physics Students. La gala de entrega se realiza en el Sanders Theatre, de la Universidad de Harvard.
Su aceptación y popularidad desde su institución en 1991 es creciente con el paso del tiempo. Estos premios galardonan los logros de investigaciones que primero pueden provocan risas, pero después hacen que las personas piensen. Los premios pretenden celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina, y la tecnología.
En inlés Ig Nobel se pronuncia igual que ignoble, que significa "innoble", de ahí el nombre.
La lista, traducida de The 2006 Ig Nobel Prize Winners, es esta, y verdaderamente hace honor a su lema de premiar «aquellos logros que no pueden o no deben ser reproducidos»:
- Ornitología: Ivan R. Schwab, de la University of California Davis, y el fallecido Philip R.A. May de la University of California Los Angeles, por explorar y explicar por qué a los pájaros carpinteros no les dan dolores de cabeza.
- Nutrición: Wasmia Al-Houty de la Kuwait University y Faten Al-Mussalam de la Kuwait Environment Public Authority, por demostrar que los escarabajos peloteros son en realidad muy mirados con lo que comen.
- Paz: Howard Stapleton de Merthyr Tydfil, Gales, por inventar un dispositivo que produce un molesto sonido diseñado sólo para ser oído por los adolescentes pero no por los adultos; y por luego usar esa misma tecnología para hacer tonos de teléfono que los adolescentes pueden oír pero sus profesores no.
- Acústica: D. Lynn Halpern (de Harvard Vanguard Medical Associates, y la Brandeis University, y la Northwestern University), Randolph Blake (de la Vanderbilt University y la Northwestern University) y James Hillenbrand (de la Western Michigan University y la Northwestern University) por llevar a cabo experimentos para ver por qué a las personas no les gusta el sonido de las uñas rascando en una pizarra.
- Matemáticas: Nic Svenson y Piers Barnes de la Australian Commonwealth Scientific and Research Organization, por calcular el número de fotografías que tienes que tomar para estar (casi) seguro de que nadie en un grupo tendrá sus ojos cerrados.
- Literatura: Daniel Oppenheimer de la Princeton University por su estudio «Consecuencias de la Utilización del Vernáculo Erudito Independientemente de su Necesidad: Los Problemas de Usar Palabras Largas sin Necesidad» (Consequences of Erudite Vernacular Utilized Irrespective of Necessity: Problems with Using Long Words Needlessly).
- Medicina: Francis M. Fesmire del University of Tennessee College of Medicine, por su informe clínico «Terminación de Hipos Intratables con Masaje Rectal Digital» (digital de dedo, por cierto); y Majed Odeh, Harry Bassan, y Arie Oliven del Bnai Zion Medical Center, Haifa, Israel, por su posterior informe clínico con el mismo título.
- Física: Basile Audoly y Sebastien Neukirch de la Université Pierre et Marie Curie, de París, por sus estudios acerca de por qué cuando doblas espaguetis secos, estos a menudo se rompen en más de dos partes.
- Química: Antonio Mulet, José Javier Benedito y José Bon de la Universidad de Valencia, España, y Carmen Rosselló de la University de las Illes Balears, en Palma de Mallorca, España, por su estudio «Influencia de la Temperatura en la Velocidad Ultrasónica del Queso Cheddar». Sin comentarios.
- Biología: Bart Knols (de la Wageningen Agricultural University, en Wageningen, Países Bajos; y del National Institute for Medical Research, en el Ifakara Centre, Tanzania, y de la Agencia Internacional de Energía Atómica, en Viena, Austria) y Ruurd de Jong (de la Wageningen Agricultural University y de Santa Maria degli Angeli, Italia) por demostrar que la hembra del mosquito de la malaria Anopheles gambiae se siente tan atraída por el olor del queso limburger como por el olor de los pies humanos.
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