sábado, 29 de diciembre de 2007

Copiar y pegar

Pensando sobre cómo deben hacerse las cosas en un blog, si está bien eso de copiar información, divulgar las ideas de otros, acercar noticias publicadas en otros idiomas (con el consiguiente proceso de traducción e interpretación, siendo en muchas ocasiones el único espacio en lengua castellana que da a conocer esa noticia en toda la red), etcétera, encontré una entrevista a Derrick de Kerckhove, profeta tecnológico, titulada “Ya nadie escribe: todo es cortar y pegar”. Por supuesto, esto lo haré aplicando el método, faltaría más. En la entrevista, que no tiene desperdicio, Kerckhove decía cosas como:


El genio, el talento, la creatividad, no es un monólogo: siempre es una conversación en grupo. Si una idea no se comunica, no existe. La idea nace al ser explicada y cada vez que se comunica se reformula. Los artistas, aunque firmen como individuos, en realidad sólo crean en escuelas, cenáculos o grupos generacionales.


El actual pensamiento digital es: hibridación, globalización, conectividad, virtualidad... Son tendencias obvias, ¿no? Y otras necesitan explicarse: hipertextualidad y transparencia. Vivimos en permanente hipertextualidad. Mis alumnos ya no escriben nada, sólo cortan y pegan de los textos que buscan y encuentran en internet. Hoy todos cortamos y pegamos, eso es crear: dar una solución nueva con materiales existentes, porque repetir los materiales antiguos sólo es producir. Todo arte y toda literatura es ya sólo un collage”.


Para ver el artículo completo: http://blog.pucp.edu.pe/item/189



Y es la pura verdad. Casi siempre es así, excepto en aquellas ocasiones en las que uno puede disfrutar de tiempo e inspiración. ¿Y vosotros, también copypasteáis? .



lunes, 24 de diciembre de 2007

Entre la vida y la elección, por Carl Sagan


Entre la “vida” y la “elección”
(La cuestión del aborto)

Revista Parade, 22 de abril de 1990 - Miles de millones, 1997
Carl Sagan

“La humanidad gusta de pensar en términos de extremos opuestos. Está acostumbrada a formular sus creencias bajo la forma de esto ‘o lo otro’, entre los que no reconoce posibilidades intermedias. Cuando se la fuerza a reconocer que no cabe optar por los extremos, todavía sigue inclinada a mantener que son válidos en teoría, pero que en las cuestiones prácticas las circunstancias nos obligan a llegar a un compromiso”.
John Dewey, Experience and Education, I, 1938.


La cuestión quedó zanjada hace años. El poder judicial optó por el término medio. Uno pensaría que la polémica había concluido, pero sigue habiendo concentraciones masivas, bombas e intimidación, muertes de trabajadores de clínicas abortistas, detenciones, intensas campañas, drama legislativo, audiencias del Congreso, decisiones del Tribunal Supremo, grandes partidos políticos que casi se definen sobre la materia y eclesiásticos que amenazan con la perdición a los políticos. Los adversarios se lanzan acusaciones de hipocresía y asesinato. Se invocan por igual el espíritu de la Constitución y la voluntad de Dios. Se recurre a argumentos dudosos como si fueran certidumbres. Los bandos en liza apelan a la ciencia para fortalecer sus posiciones. Se dividen las familias, maridos y mujeres deciden no hablar del asunto, viejos amigos dejan de hablarse. Los políticos examinan los últimos sondeos para descubrir qué les dicta la conciencia. Entre tanto grito, resulta difícil que los adversarios se escuchen. Las opiniones se polarizan. Las mentes se cierran.

¿Es ilícito interrumpir un embarazo? ¿Siempre? ¿A veces? ¿Nunca? ¿Cómo decidir? Escribimos este artículo para entender mejor cuáles son las posturas enfrentadas y para ver si conseguimos hallar una posición que satisfaga ambas. ¿No existe término medio? Hay que sopesar los argumentos de uno y otro bando para determinar su consistencia y plantear supuestos prácticos, puramente hipotéticos en más de un caso. Si pareciera que algunos de estos supuestos van demasiado lejos, solicitamos del lector que tenga paciencia, pues estamos tratando de forzar las diversas posturas hasta su punto de ruptura a fin de advertir sus debilidades y fallos.

Cuando se reflexiona sobre ello, casi todo el mundo reconoce que no hay una respuesta tajante. Vemos que muchos partidarios de posturas divergentes experimentan cierta inquietud o incomodidad cuando se dualiza lo que hay detrás de los argumentos enfrentados (en parte por eso se rehúyen tales confrontaciones). La cuestión afecta con seguridad a interrogantes más hondos: ¿cuáles son nuestras responsabilidades mutuas?, ¿debemos permitir que el Estado intervenga en los aspectos más íntimos y personales de nuestra vida? ¿dónde están los límites de la libertad? ¿qué significa ser humano?

Respecto de los múltiples puntos de vista, existe la extendida opinión, sobre todo en los medios de comunicación que rara vez tienen el tiempo o la inclinación debidos para establecer distinciones sutiles de que sólo existen dos, “pro elección” y “pro vida”. Así es como se autodenominan los dos bandos contendientes y así los llamaremos aquí. En la caracterización más simple, un partidario de la elección sostendrá que la decisión de interrumpir un embarazo sólo corresponde a la mujer y que el Estado no tiene derecho a intervenir, en tanto que un antiabortista mantendrá que el embrión o feto está vivo desde el momento de la concepción, que está vida nos impone la obligación moral de preservarla y que el aborto equivale a un asesinato. Ambas denominaciones (pro elección y pro vida) se eligieron pensando en influir sobre quienes aún no se habían decidido: pocos desearán ser incluidos entre los adversarios de la libertad de elección o los enemigos de la vida. La libertad y la vida son, desde luego, dos de nuestros valores más apreciados, y aquí parecen hallarse en un conflicto fundamental.

Consideraremos sucesivamente estas dos posiciones absolutistas.

Un bebé recién nacido es con seguridad el mismo ser que justo antes de nacer. Existen pruebas sólidas de que un feto ya bien desarrollado reacciona a los sonidos, incluyendo la música, pero en especial a la voz de su madre. Puede chuparse el pulgar o sobresaltarse. De vez en cuando genera ondas cerebrales de adultos. Hay quienes afirman recordar su nacimiento o incluso el entorno uterino. Quizá se piense dentro del útero. Resulta difícil sostener que en el momento del parto sobreviene abruptamente una transformación hacia la personalidad plena. ¿Por qué, pues, debería considerarse asesinato matar un bebé el día después de nacer pero no el día antes?

En términos prácticos, esto es poco importante. Menos del 1% de los abortos registrados en Estados Unidos tienen lugar en los tres últimos meses del embarazo (y tras una investigación más atenta se descubre que la mayoría corresponden a abortos naturales o errores de cálculos), sin embargo, los abortos realizados durante el tercer trimestre proporcionan una prueba de los límites del punto de vista “pro elección”. ¿Abarca el “derecho innato de una mujer a controlar su propio cuerpo” el de matar un feto casi completamente desarrollado y que, a todos los fines, resulta idéntico a un recién nacido?

Creemos que muchos de quienes defienden la libertad reproductiva se sienten, al menos en ocasiones, inquietos ante esta pregunta, pero son reacios a planteársela porque es el comienzo de una pendiente resbaladiza. Si resulta inadmisible suspender un embarazo el noveno mes, ¿qué sucede con el octavo, el séptimo, el sexto…? ¿No cabe deducir que el Estado puede intervenir en cualquier momento si reconocemos su capacidad para actuar en un determinado momento del embarazo? Esto invoca el espectro de unos legisladores, predominantemente varones y opulentos, decidiendo que mujeres que viven en la pobreza carguen con unos niños que no pueden permitirse el lujo de criar; obligando a adolescentes a traer al mundo hijos para los que no están emocionalmente preparadas; diciendo a las mujeres que aspiran a una carrera profesional que deben renunciar a sus sueños, quedarse en casa y criar niños; y, lo peor de todo, condenando a las víctimas de violaciones e incestos a aceptar sin más la prole de sus agresores. Las prohibiciones legislativas del aborto suscitan la sospecha de que su auténtico propósito sea controlar la independencia y la sexualidad de las mujeres.

¿Con qué derecho los legisladores se permiten decir a las mujeres qué deben hacer con su cuerpo? La privación de la libertad de reproducción es degradante. Las mujeres ya están hartas de ser avasalladas. Sin embargo, todos estamos de acuerdo en que es justo que se prohíba el asesinato y que se imponga una pena a quien lo comete. Muy débil sería la defensa del asesino si alegara que se trataba de algo entre su víctima y él, y que eso no concernía a los poderes públicos. ¿No es deber del Estado impedir que se elimine un feto si ese acto constituye de hecho el asesinato de un ser humano? Se supone que una de las funciones del Estado es proteger al débil frente al fuerte.

Si no nos oponemos al aborto en alguna etapa del embarazo, ¿no existe el peligro de considerar a toda una categoría de seres humanos indigna de nuestra protección y respeto? ¿No es ésa una de las características del sexismo, el racismo, el nacionalismo y el fanatismo? ¿Acaso quienes se dedican a combatir tales injusticias no deberían evitar escrupulosamente que se cometa otra?

Hoy por hoy no existe el derecho a la vida en ninguna sociedad de la Tierra, ni ha existido en el pasado (con unas pocas excepciones, como los jainistas de la India): criamos animales de granja para su sacrificio, destruimos bosques, contaminamos ríos y lagos hasta que ningún pez puede vivir en ellos, matamos ciervos y alces por deporte, leopardos por su piel y ballenas para hacer abono, atrapamos delfines que se debaten faltos de aire en las grandes redes para atunes, matamos cachorros de foca a palos, y cada día provocamos la extinción de una especie. Todas esas bestias y plantas son seres vivos como nosotros. Lo que (supuestamente) está protegido no es la vida en sí, sino la vida humana.

Aun con esa protección, el homicidio ocasional es un hecho corriente en las ciudades y libramos guerras “convencionales” con un costo tan elevado que por lo general preferimos no pensar demasiado en ello. (Significativamente, suelen justificarse las matanzas en masa organizadas por los estados redefiniendo como subhumanos a nuestros adversarios de raza, nacionalidad, religión, e ideología). Esa protección, ese derecho a la vida, no reza para los 40.000 niños menores de 5 años que mueren cada día en el planeta por causa de inanición, deshidratación, enfermedades y negligencias que habrían podido evitarse.

La mayoría de quienes defienden el “derecho a la vida” no se refieren a cualquier tipo de vida, sino, especial y singularmente, a la vida humana. También ellos, como los partidarios de la elección, deben decidir qué distingue a un ser humano de otros animales y en qué momento de la gestación emergen esas cualidades específicamente humanas, sean cuales fueren.

Pese a las numerosas afirmaciones en contra, la vida no comienza en el momento de la concepción; es una cadena ininterrumpida que se remonta a los orígenes de la Tierra, hace 4.600 millones de años. Tampoco la vida humana comienza en la concepción, sino que es una cadena ininterrumpida que se remonta a los orígenes de nuestra especie, hace cientos de miles de años. Más allá de toda duda, cada espermatozoide y cada óvulo humano están vivos. Es obvio que no son seres humanos, pero lo mismo podría decirse de un óvulo fecundado.

En algunos animales, un óvulo puede desarrollarse hasta convertirse en un adulto sano sin la contribución de un espermatozoide. No sucede así, por lo que sabemos, entre los seres humanos, Un espermatozoide y un óvulo no fecundado comprenden conjuntamente toda la donación genética de una persona. En ciertas circunstancias, tras la fecundación pueden llegar a convertirse en un bebé. Sin embargo, la mayoría de óvulos fecundados aborta de modo espontáneo. La conclusión del desarrollo no está garantizada. Ni el espermatozoide ni el óvulo aislados, como así tampoco el óvulo fecundado, pasan de ser un bebé o un adulto potenciales. ¿Por qué, pues, no se considera asesinato destruir un espermatozoide o un óvulo si uno y otro son tan humanos como el óvulo fecundado producido por su unión, y en cambio sí se considera asesinato destruir un óvulo fecundado, aunque sólo sea un bebé en potencia?

De una eyaculación humana media surgen centenares de millones de espermatozoides (agitando la cola y a una velocidad de 12 cm por hora). Un hombre joven y sano puede producir en una o dos semanas espermatozoides suficientes para doblar la población humana de la tierra. ¿Significa esto que la masturbación es un asesinato en masa? ¿Qué decir, entonces, de las poluciones nocturnas o del simple acto sexual? ¿Muere alguien cuando cada mes se expulsa el óvulo no fecundado? ¿Deberíamos llorar todos esos abortos espontáneos? Muchos animales inferiores pueden desarrollarse en laboratorio a partir de una sola célula corporal. Las células humanas pueden ser objeto de clonación. (La cepa más famosa quizá sea la He La, bautizada así por Helen Lane, su donante.) a la luz de tal tecnología, ¿sería un crimen en masa la destrucción de células potencialmente clonables? ¿Y el derramamiento de una gota de sangre?

Todos los espermatozoides y óvulos son mitades genéticas de seres humanos potenciales.

¿Es preciso hacer esfuerzos heroicos por salvar y preservar a todos y cada uno, en razón de ese “potencial”? Existe desde luego, una diferencia entre suprimir una vida y no salvarla. También es muy distinta la probabilidad de supervivencia de un espermatozoide de la de un óvulo fecundado. Sin embargo, el absurdo de un cuerpo de ínclitos conservadores de semen nos lleva a preguntarnos si es el simple “potencial” que tiene un óvulo fecundado de convertirse en un bebé convierte realmente su destrucción en un asesinato.

A los enemigos del aborto les preocupa que, una vez autorizado el inmediato a la concepción, ninguna argumentación lo impida en cualquier momento subsiguiente del embarazo. Temen que un día resulte admisible matar a un feto que sea, inequívocamente, un ser humano. Tanto los partidarios de la elección como los de la vida (al menos algunos) se ven empujados a posiciones tajantes por su temor compartido a esa pendiente resbaladiza. Otra pendiente resbaladiza es aquella a la que llegan los antiabortistas dispuestos a hacer una excepción en el caso angustioso de un embarazo fruto de la violación del incesto.

Ahora bien, ¿por qué debería depender el derecho a la vida de circunstancias de la concepción? ¿Puede el Estado decidir la vida para la prole de una unión legítima y la muerte para la concebida por la fuerza o la coerción, cuando en ambos casos se trata de la vida de un niño? ¿Cómo puede ser esto justo? Por otra parte, ¿por qué no hacer extensiva a cualquier otro feto la excepción que se aplica a éstos? A tal motivo se debe en parte el que algunos antiabortistas adopten la postura, considerada indignante por muchas otras personas, de oponerse al aborto en cualquier circunstancia (excepto, quizá, cuando corre peligro la vida de la madre).

En todo el mundo, la causa más frecuente de aborto es, con mucho, el control de la natalidad. ¿No deberían, entonces, los adversarios del aborto distribuir anticonceptivos y enseñar su uso a los escolares? Ése sería un medio eficaz de reducir los abortos. Por el contrario, Estados Unidos se halla muy por detrás de otras naciones en el desarrollo de métodos seguros y eficaces de control de la natalidad y, en muchos casos, la oposición a tales investigaciones (y a la educación sexual) ha procedido de las mismas personas que se oponen al aborto.

La búsqueda de un criterio éticamente sólido y no ambiguo acerca de si el aborto es admisible en algún momento tienen profundas raíces históricas. Con frecuencia, y sobre todo en la tradición cristiana, esta búsqueda estuvo ligada a la cuestión del instante en que el alma penetra en el cuerpo, materia no demasiado susceptible de investigación científica y tema polémico incluso entre teólogos eruditos. Se ha afirmado que la infusión del alma tenía lugar en el semen antes de la concepción, durante ésta, en el momento en que la madre percibe por vez primera los movimientos del feto en su seno y el nacimiento mismo o incluso más tarde.

Cada religión tiene su doctrina. Entre los cazadores-recolectores no suele haber prohibiciones contra el aborto, y también era corriente en la Grecia y la Roma antiguas. Por el contrario, los asirios, más severos, empalaban en estacas a las mujeres que trataban de abortar. El Talmud judío enseña que el feto no es una persona y, en consecuencia, carece de derechos. Tanto en el antiguo Testamento como en el Nuevo, (que abundan en prohibiciones en extremo minuciosas, con respecto a la indumentaria, dieta y palabras) no aparece una sola mención que prohíba de modo específico el aborto. El único pasaje que menciona algo relevante en ese sentido (Éxodo 21:22) declara que si surge una pelea y una mujer resulta accidentalmente lesionada y aborta, el responsable debe pagar una multa.

Ni San Agustín ni Santo Tomás de Aquino consideraban homicidio el aborto en fase temprana (el último basándose en que el embrión no “parece” humano). Esta idea fue adoptada por la iglesia en el Concilio de Vienne (Francia) en 1312 y nunca ha sido repudiada. La primera recopilación de derecho canónico de la Iglesia Católica, vigente durante mucho tiempo (de acuerdo con el notable historiador de las enseñanzas eclesiásticas sobre el aborto, John Connery, S.J.) sostenía que el aborto era homicidio sólo después de que el feto estuviese ya “formado”, aproximadamente hacia el final del primer trimestre.

Sin embargo, cuando en el siglo XVII se examinaron los espermatozoides a través de los primeros microscopios, parecían mostrar un ser humano plenamente formado. Se resucitó así la vieja idea del homúnculo, según la cual cada espermatozoide era un minúsculo ser humano plenamente formado, dentro de cuyos testículos había otros innumerables homúnculos, y así ad infinitum. En parte por obra de esta mala interpretación de datos científicos, el aborto, en cualquier momento y por cualquier razón, se convirtió en motivo de excomunión a partir de 1869. Para la mayoría de los católicos resulta sorprendente que la fecha no sea más remota.

Desde la época colonial hasta el siglo XIX, en Estados Unidos la mujer era libre de decidir hasta que “el feto se movía”. Un aborto en el primer trimestre de embarazo, e incluso en el segundo, constituía, en el peor de los casos, una infracción. Rara vez se solicitaba una condena al respecto, y resultaba casi imposible de obtener, en parte porque dependía por entero del propio testimonio de la mujer acerca de si había sentido los movimientos del feto, y en parte por la repugnancia del jurado a declararla culpable por haber ejercido su derecho a elegir. Se sabe que en 1800 no existía en Estados Unidos una sola disposición concerniente al aborto. En la práctica totalidad de los periódicos (ya hasta en muchas publicaciones eclesiásticas) aparecían anuncios de productos abortivos, aunque el lenguaje empleado fuese convenientemente eufemístico.

Hacia 1900, en cambio, en todos los estados de la Unión, el aborto estaba vedado en cualquier momento del embarazo, excepto cuando fuese necesario para salvar la vida de la mujer. ¿Qué sucedió para que se produjera un cambio tan extraordinario? La religión tuvo poco que ver. Las drásticas transformaciones económicas y sociales que se producían en Estados Unidos estaban transformando la sociedad agraria en otra urbana e industrializada. Norteamérica estaba pasando de una de las tasas más altas de natalidad del mundo a una de las más bajas. Es innegable que el aborto desempeñó un papel en ello y estimuló fuerzas para su supresión.

Una de las más significativas fue la profesión médica. Hasta mediados del siglo XIX la medicina constituía una actividad sin reconocimiento oficial y sin supervisión. Cualquiera podía colocar un cartel a la puerta de su casa y autotitularse médico. Con el auge de una nueva elite médica de formación universitaria, ansiosa de incrementar el rango y la influencia de los facultativos, se constituyó la asociación Médica Americana. Durante su primera década la AMA empezó a presionar para que el aborto sólo pudiera ser efectuado por quienes poseyesen título facultativo. Los nuevos conocimientos en embriología, afirmaban los médicos, habían revelado que el feto era humano incluso antes de que la madre sintiese su presencia.

El asalto de la profesión médica contra el aborto no se debió a una inquietud por la salud de la mujer, sino, según se decía, por el bienestar del feto. Había que ser médico para saber cuándo resultaba moralmente justificable un aborto, porque la cuestión dependía de hechos científicos y médicos que sólo los facultativos comprendían. Al mismo tiempo, las mujeres quedaban excluidas de las facultades de medicina, donde habrían podido adquirir conocimientos tan arcanos. Tal como se desarrollaban las cosas, las mujeres nada tenían que decir acerca de la interrupción de sus propios embarazos. También correspondía a los médicos determinar si la gestación planteaba un riesgo para la mujer y quedaba enteramente a su discreción decidir qué era arriesgado y qué no lo era. Para la mujer rica, podía tratarse de un peligro para su tranquilidad emocional o incluso para su estilo de vida. La mujer pobre se veía a menudo obligada a recurrir al aborto clandestino. Así fue la ley hasta la década de los sesenta de este siglo, cuando una coalición de individuos y organizaciones, entre las que figuraba la AMA, trató de abolirla y restablecer los valores más tradicionales que se encarnarían en el caso Roe contra Wade.

Si uno mata deliberadamente a un ser humano, se dice que ha cometido un asesinato. Si el muerto es un chimpancé (nuestro más próximo pariente biológico, con el que compartimos el 99,6% de genes activos) cualquiera, entonces no es asesinato. Hasta la fecha, el asesinato se aplica sólo al hecho de matar seres humanos. Por eso resulta clave en el debate sobre el aborto la cuestión del momento en que surge la personalidad (o, si se prefiere, el alma). ¿Cuándo se hace humano el feto? ¿Cuándo emergen las cualidades distintivamente humanas?

Reconocemos que la fijación de un momento exacto tiene que pasar por alto las diferencias individuales. Por este motivo, si hay que trazar una línea, se debe proceder con cautela, es decir, pecar más por exceso que por defecto. Hay personas que se oponen al establecimiento de un límite numérico, y compartimos su inquietud, pero si tiene que existir una ley sobre esta materia, que represente un compromiso útil entre las dos posiciones extremas, hay que determinar, al menos aproximadamente, un período de transición hacia la personalidad.

Cada uno de nosotros partió de un punto. Un óvulo fecundado tiene aproximadamente el tamaño del punto que hay al final de esta frase. La unión trascendental de espermatozoide y óvulo suele tener lugar en una de las dos trompas de Falopio. Una célula se convierte en dos, dos se convierten en cuatro, etcétera (una aritmética exponencial de base 2). Hacia el décimo día el óvulo fecundado se ha trocado en una especie de esfera hueca que se encamina hacia otro reino, el útero. A su paso destruye tejidos, absorbe sangre de los vasos capilares, se baña en la sangre materna, de la que extrae oxígeno y nutrientes, y se fija como una especie de parásito a la pared del útero. Hacia la tercera semana, para cuando se produce la primera falta, el embrión en formación tiene dos milímetros de longitud y desarrolla varias partes del cuerpo. Sólo en esta etapa comienza a depender de una placenta rudimentaria. Recuerda algo a un gusano segmentado. Hacia el final de la cuarta semana ya mide unos cinco milímetros.

Es reconocible ahora como vertebrado, su corazón en forma de tubo comienza a latir, se advierte algo parecido a los arcos branquiales de un pez o un anfibio, y una cola pronunciada. Parece más bien una lagartija acuática o un renacuajo. Este es el final del primer mes de gestación. Hacia la quinta semana, cabe distinguir las grandes divisiones del cerebro. Se evidencia lo que más tarde serán los ojos y aparecen unos pequeños brotes que luego se transformarán en brazos y piernas. Hacia la sexta semana el embrión mide 13 milímetros. Los ojos permanecen todavía a los lados de la cabeza, como en la mayor parte de los animales, y la cara reptiliana posee unas hendiduras unidas que más tarde darán lugar a la boca y la nariz. Hacia el final de la séptima semana la cola casi ha desaparecido y se advierten ya caracteres sexuales (aunque ambos sexos parecen femeninos). La cara es de mamífero, pero un tanto porcina.


Hacia el final de la octava semana la cara semeja la de un primate, si bien aún no es del todo humana. En sus elementos esenciales ya están presentes la mayoría de las partes del cuerpo. La anatomía del cerebro inferior está bien desarrollada. El feto revela respuestas reflejas a estímulos sutiles. Hacia la décima semana la cara tiene ya un aspecto inconfundiblemente humano. Comienza a ser posible distinguir niños de niñas. Las uñas y las grandes estructuras óseas no resultan evidentes hasta el tercer mes. Hacia el cuarto mes se puede diferenciar la cara de un feto de la de otro. En el quinto mes la madre suele sentir sus movimientos. Los bronquiolos pulmonares no empiezan a desarrollarse hasta aproximadamente el sexto mes y los alvéolos aún más tarde.

¿Cuándo accede, pues, un feto a la personalidad, habida cuenta de que sólo una persona puede ser asesinada? ¿Cuándo la cara se torna claramente humana, cerca del final del primer trimestre? ¿Cuándo reacciona ante estímulos, también al final del primer trimestre? ¿Cuándo se torna lo bastante activo para que la madre lo sienta, hacia la mitad del segundo trimestre? ¿Cuándo los pulmones alcanzan un grado de desarrollo suficiente para que el feto pueda respirar por sí mismo, llegado el caso, el aire exterior?

Lo malo de estos hitos del desarrollo no es sólo que sean arbitrarios: más inquietante resulta el hecho de que ninguno implica características exclusivamente humanas, al margen de la cuestión superficial de la apariencia facial. Todos los animales reaccionan ante los estímulos y se mueven a su antojo. Muchos son capaces de respirar. Sin embargo, eso no impide que los matemos por miles de millones. Los reflejos, el movimiento y la respiración no son lo que nos hace humanos.

Otros animales nos superan en velocidad, fuerza, resistencia, a la hora de trepar, excavar o camuflarse, en vista, olfato, oído, o en el dominio del aire o del agua. Nuestra única gran ventaja es el pensamiento. Somos capaces de reflexionar, de imaginar acontecimientos que todavía no han sucedido, de concebir cosas. Así fue como inventamos la agricultura y la civilización. El pensamiento es nuestra bendición y nuestra maldición, y nos hace ser lo que somos. El pensamiento tiene lugar, desde luego, en el cerebro, sobre todo en las capas superiores de la “materia gris” replegada que llamamos corteza cerebral. Cerca de 100.000 millones de neuronas cerebrales constituyen la base material del pensamiento. Las neuronas están unidas entre sí y sus conexiones desempeñan un papel crucial en lo que llamamos pensamiento, pero la conexión a gran escala de las neuronas no empieza hasta el sexto mes de embarazo.

Mediante la colocación de electrodos inofensivos en la cabeza de un individuo, los científicos pueden medir la actividad eléctrica emanada de la red de neuronas cerebrales. Diferentes tipos de acción mental revelan distintas clases de ondas cerebrales, pero las pautas regulares típicas del cerebro humano de un adulto no aparecen en el feto hasta cerca de la trigésima semana del embarazo, hacia el comienzo del tercer trimestre. Hasta entonces, los fetos, por vivos y activos que parezcan, carecen de la necesaria arquitectura cerebral. Todavía no pueden pensar.

Aceptar que se puede matar cualquier criatura viva, en especial una que más tarde tal vez se convierta en un bebé, es problemático y doloroso, pero hemos rechazado los extremos “siempre” y “nunca”, y eso nos coloca, querámoslo o no, en la pendiente resbaladiza. Si tenemos que optar por un criterio de desarrollo, aquí es donde hay que trazar la raya: cuando se hace posible un mínimo asomo de pensamiento característicamente humano.

Se trata, en realidad, de una definición muy conservadora, rara vez se encuentran en un feto ondas cerebrales regulares. Serían útiles nuevas investigaciones (también comienzan tardíamente las ondas cerebrales bien definidas durante la gestación de fetos babuinos y ovejas). Si pretendemos que el criterio sea todavía más estricto para tomar en consideración el desarrollo cerebral precoz de algún feto, podemos trazar la raya a los seis meses. Ahí es en donde la trazó el Tribunal Supremo de Estados Unidos en 1973, aunque por razones completamente diferentes. Su decisión en el caso Roe contra Wade modificó la legislación estadounidense sobre el aborto, que lo permite a petición de la mujer sin limitaciones durante el primer trimestre y, con ciertas restricciones encaminadas a proteger su salud, en el segundo trimestre y autoriza a los estados a prohibir el aborto en el tercer trimestre, excepto cuando exista una seria amenaza para la vida o la salud de la mujer. En la decisión de Webster de 1989, el Tribunal Supremo se negó explícitamente a revocar la sentencia del caso Roe contra Wade, pero de hecho invitó a las 50 legislaturas estatales a que decidiesen por su cuenta.

¿Cuál fue el razonamiento en el caso Roe contra Wade? No reconocía peso legal a lo que suceda con los niños una vez nacidos o con la familia. El tribunal determinó, en cambio, que el derecho de una mujer a la libertad de reproducción se halla protegido por la garantía constitucional de su intimidad. Ahora bien, ese derecho no es omnímodo. Hay que sopesar la garantía de intimidad de la mujer y el derecho a la vida del feto, y cuando el tribunal consideró la cuestión otorgó prioridad a la intimidad en el primer trimestre y a la vida en el tercero. La transición no se estableció según las consideraciones tratadas hasta ahora en este capítulo: cuándo sucede la “infusión del alma” o en qué momento reviste el feto suficientes rasgos humanos para ser protegido por la legislación contra el asesinato. El criterio adoptado fue, por el contrario, si el feto podía vivir fuera de la madre. Esto es lo que se denomina “viabilidad “, y depende en parte de la capacidad de respirar. Sencillamente, los pulmones no están desarrollados y el feto no puede respirar (por muy perfeccionado que fuese el pulmón artificial de que se le dotase) hasta cerca de la vigésimo cuarta semana, hacia el comienzo del sexto mes. Es por esto por lo que la legislación estadounidense permite a los estados prohibir los abortos en el tercer trimestre. Se trata de un criterio muy pragmático.

Según la argumentación, si en una cierta etapa de la gestación pudiese ser viable el feto fuera del útero, entonces su derecho a la vida se impondría al derecho de la mujer a la intimidad. Ahora bien, ¿qué significa “viable”? Incluso un recién nacido a término no es viable sin cuidado y cariño considerables. Hace tan solo unas décadas, antes de las incubadoras, la viabilidad de los bebés nacidos en el séptimo mes era improbable. ¿Hubiera sido admisible entonces abortar en el séptimo mes?

¿Se tornaron de repente inmorales los abortos en el séptimo mes tras la invención de las incubadoras? ¿Qué sucederá si en el futuro se desarrolla una nueva tecnología que permita a un útero artificial mantener un feto vivo incluso antes del sexto mes, proporcionándole oxígeno y nutrientes a través de la sangre (como hace la madre a través de la placenta)? Reconocemos que es improbable que vaya a existir esa tecnología a corto plazo o que llegue a estar al alcance de gran número de personas, pero ¿sería entonces inmoral abortar antes del sexto mes cuando antes no lo era? Una moralidad que depende de la tecnología y cambia con ésta es una moralidad frágil y, para algunos, inaceptable.

Es más, ¿por qué han de ser la respiración, el funcionamiento de los riñones o la capacidad de resistir las enfermedades, por ejemplo, justificativos de la protección legal? ¿Sería admisible matar un feto que revelase pensamientos y sentimientos pero que no fuera capaz de respirar? A nuestro juicio, el argumento de la viabilidad no puede determinar de manera coherente cuándo son admisibles los abortos. Se requiere otro criterio. Una vez más, ofrecemos la consideración del primer atisbo de pensamiento humano.

Puesto que, por término medio, el pensamiento fetal comienza a manifestarse incluso después del desarrollo fetal de los pulmones, creemos que la sentencia del caso Roe contra Wade fue una decisión buena y prudente respecto de una cuestión compleja y difícil. Con la prohibición del aborto en el último trimestre (excepto en los casos de grave necesidad médica ) se alcanza un equilibrio justo entre las reivindicaciones enfrentadas de la libertad y de la vida.

martes, 18 de diciembre de 2007

Antes que desaparezca

Durante el pasado fin de semana todos los informativos abrieron sus noticias con la Cumbre del Clima que se celebraba en Bali. Los titulares durante estos días fueron desde: "La cumbre de Bali se derrumba", al más esperado: "EEUU se suma finalmente a un acuerdo". Al final, todos contentos. Lo que se ha firmado es al fin y al cabo un acuerdo de mínimos en la conocida como ‘Hoja de Ruta de Bali’, llamada así porque encauzará las negociaciones que comenzarán el año próximo, y que contiene la agenda y los principios que deben regir las conversaciones de aquí a 2009, año en que se planteará elaborar un nuevo Protocolo de Kioto que continúe el actual. Entonces otro gallo cantará.


La importancia que tienen los temas asociados al cambio climático global se ve reflejada en la cobertura cada vez más amplia en los medios masivos de comunicación. Pero como todo, existe el riesgo de saturación. Puede llegar un punto en que deje de interesar a los redactores porque se convierta en una tema excesivamente reiterado. También puede llegar a dejar de interesar al público porque la saturación equivale a anestesia. Es posible que el cambio climático se acabe convirtiendo en una moda, que con el tiempo desaparezca de los medios de comunicación. Muchos somos conscientes del riesgo que supone afrontar el cambio climático 'desde la emocionalidad' y no desde el análisis científico.



El pasado sábado, mientras en Bali los representantes de Estados Unidos decían que sí al acuerdo con la boca pequeña, en la edición digital de New York Times se publicaba un artículo titulado: ‘Antes que desaparezca’ (Before it disappears). Me llamó tanto la atención que he decidido traer a este espacio algunas de las reflexiones que allí se presentaban. Y la primera de estas reflexiones viene del planteamiento del tema que hacía el propio diario digital: este artículo se publicó en dos secciones distintas del mismo diario, en la sección ‘Ciencia’ y en la sección ‘Moda’. Después de darme cuenta de este detalle y de leer lo que allí se decía, creo que empecé a comprender mejor todo lo que está sucediendo con esto del cambio climático. En cierto modo se plantea hasta que punto puede llegar a vanalizarse el problema. El artículo del N.Y.T comenzaba hablándonos de Dennis y Stacie, casados y residentes en Seattle, que escogen todos los años como destino de sus vacaciones lugares predestinados a su desaparición. Un viaje en kayak a las Islas Galápagos, un ascenso al Kilimanjaro o una visita guiada al Amazonas, son algunos de sus destinos favoritos. Su propósito es verlos antes que desaparezcan.


Numerosos Tour operadores se han hecho eco del interés creciente en el llamado “ecoturismo”. Empresas como ‘Quark Expeditions’, líder en viajes árticos, ha doblado su mercado en muy poco tiempo. Agencias de viajes como esta relatan que cada vez más sus clientes solicitan viajes para ver los glaciares que se derriten en la Patagonia, el arrecife amenazado de la Gran Barrera de Coral (Queensland), o los atolones de las Maldivas. Ni siquiera el reciente accidente del crucero ‘Explorer’, que golpeó un iceberg el mes pasado, ha conseguido enfriar el interés creciente.


Lo que persiguen estos turistas puede ser una versión moderna de nuestro viejo impulso de contemplar las grandes fronteras. Eso sí, en vez de ser el primero en subir una montaña, estos nuevos aventureros están impacientes por ver la agonía del moribundo en su lecho de muerte. Lo peor es que estos viajes 'ecosensibles' pueden tener un devastador efecto sobre el propio calentamiento global. Digamos que esta clase de viajes no tienen nada de ‘verdes’. Aeroplanos, cruceros, hoteles, y toda una gran industria del ocio que se alimenta del frenesí ecologista-consumista, y que puede apresurar la destrucción de los mismos espacios que los turistas quieren contemplar. Y es que nadie está dispuesto a renunciar al agua caliente y otras comodidades. Por ejemplo, pasar unos días en la selva tropical sale por unos 497 $ por persona, incluyendo una permanencia de tres noches en una cabaña (ecológica), un viaje en barco a una granja (ecológica), una excursión a la reserva privada del hotel (reserva ecológica, por supuesto), y un masaje de 30 minutos en el balneario del hotel. También me ha gustado el paquete ‘Serengueti Verde’, en Tanzania, que sale por unos 836 $ noche-persona, con todas las bebidas, excluyendo el Champán.


Lo único positivo de todo esto es que estas mismas empresas invierten parte de los beneficios en la propia conservación de los espacios que explotan, aportando fondos para centros de investigación y más medios para estas causas.


En el fondo está la misma idea de aventura. Hubo un tiempo en que naturalistas como Darwin, exploradores como Lewis y Clark, aventureros como Livingston y Scott, procuraron conquistar los desafíos naturales. Sólo medio siglo después los mochileros y otros 'exploradores con manicura' tomaron las rutas más apacibles por carreteras a través de Asia o Sudamérica, descansando en posadas y hoteles de cinco estrellas para aventureros intrépidos. Todavía nadie ofrece viajes árticos en los que permitan a los turistas matar perros de trineos para comérselos después. Por suerte para los perros, los paquetes turísticos por ahora no han llegado a ese extremo de querer representar la aventura hasta ese punto. Y como dijo un naturalista. “Tenemos una visión idealizada del Polo Norte. Una visión panorámica de un póster. Y luego está la realidad. Es frío. Es duro. Y Santa Claus no está esperando para saludarnos”.


Fuente:

'Before it disappears' - New York Times


martes, 11 de diciembre de 2007

Mundo Futuro II

Siguiendo con el viaje que iniciamos hace un mes con la primera parte de Mundo Futuro, nos detendremos en esta ocasión en el periodo que va del 2020 al 2060. Como ya entonces advertí, no viajamos de la mano de la ciencia-ficción sino de la prospectiva, la ciencia que nos dice cómo será el futuro. Gracias a ella sabemos que nos esperan grandes cambios.


El siglo XXI no será un
versión corregida y aumentada del siglo XX. A la resaca contemplativa de las primeras décadas del nuevo milenio le seguirá, a partir del año 2020, una gran aceleración. Mundos sintéticos, ordenadores cada vez más humanos, microchips bajo la piel, microrrobots insectoides, mecanimales, granjas moleculares, nuevas especies creadas por los alquimistas del ADN... Nada de esto será extraño en la 'Sociedad del Conocimiento'.


Prospectivistas como Marvin Minsky, padre de la Inteligencia Artificial, augura que poco a poco desaparecerá la frontera entre lo natural y lo artificial, y la humanidad sufrirá un salto fundamental en la evolución. “Seguro que esta perspectiva no agradará a muchos” -dice Minsky- “porque este salto hacia el que nos dirigimos podría tener bien poco de humano. Cada vez estoy más convencido de que será de orden mecánico: las máquinas podrán cumplir las mismas funciones que los hombres, pero con una calidad de ejecución mucho más alta. Más adelante integrarán lo orgánico, esto es, el cuerpo”.


El mundo, antes y después de ese gran salto, no tendrá nada que ver. La humanidad entrará en la era del conocimiento. A partir del año 2020 la humanidad pasará de la era de la manipulación a la era de la enseñanza. Según el filósofo Roberto Vacca y el prospectivista John Naisbitt, las nuevas tecnologías de la información darán lugar a la mayor explosión cultural de la historia, un nuevo 'Renacimiento'. La información adquirirá unas proporciones descomunales. Hacia el 2030 los ordenadores imitarán los dos hemisferios del cerebro humano y dispondrán de capacidades de tratamiento complementarias. Por un lado, cálculo y deducción analítica; por otro, visión global e intuición.


La sociedad del conocimiento girará en torno a la información. Lejos quedará para siempre la vieja sociedad obrera de producción, esclava del carbón y del acero. Será el triunfo total de la microelectrónica, que extenderá su influencia hasta finales del tercer milenio, cuando tome relevo la fotónica. El francés Paul Virilio, arquitecto y teórico de la velocidad advierte del peligro de la saturación tecnológica: “Estas tecnologías invisten al hombre de atributos de la divinidad: ubicuidad, instantaneidad, omnipresencia, omnividencia, pero, al mismo tiempo, le privan de su cuerpo”. Virilo caricaturiza al hombre esclavo de la técnica... Marvin Minsky anuncia la revolución de los implantes. Después de los pasivos, del tipo senos de silicona, llegarán los implantes de memoria adicional, los estimuladores energéticos, o micromáquinas de telecomunicación insertadas en el mismo corazón.


El sujeto terminal, saturado de información, se desconectará de la realidad y se refugiará en el simulacro, en los mundos artificiales, tan pocos tangibles como la propia información, y en placeres del tipo 'sexo virtual'. Y éste será el primer paso hacia la erotización de las máquinas, algo que en opinión del ingeniero Shubichi Mizuno, “será esencial para la coexistencia de hombres y máquinas en la sociedad del futuro”.


Escena de 'El cortador de césped'- 1992


¿Cómo será posible la convivencia de 12.000 millones de personas y 100.000 millones de máquinas a finales del Siglo XXI? Steve Brand, del Media Lab, afirma: “El advenimiento de nuevos niveles de comunicación en el plano mundial implica el arribo de algo más que humano. Tal vez una civilización de organismo cibernéticos o un planeta cognoscitivo".


En el campo de la biotecnología existirán granjas moleculares y biotecnología asistida por ordenador. El bricolaje genético será habitual. Los animales transgénicos se convertirán en nuevas herramientas de producción. Plantas, animales y bacterias nos suministrarán toda clase de productos: medicamentos, insecticidas, alcoholes, disolventes o moléculas raras.


La ingeniería genética y la inteligencia artificial prometen cambiar la faz del mundo. La cuestión es si dejarán paso a la sociedad del conocimiento o a un mundo de esclavos tecnológicos, que controlarán su territorio a golpe de zapping. ¿Seremos sabios o parapléjicos tecnológicos?


[Extracto de “Mi novia es una ciberchica. La sociedad del conocimiento”, por José Antonio Mayo. Suplemento ‘Así será el futuro’, Muy Interesante, Octubre 1992]


Entradas relacionadas en 'antrópicos':

Mundo Futuro

martes, 4 de diciembre de 2007

El mono número 100

En 1952, en la isla de Koshima, al norte de Japón, un grupo de científicos comenzaron a proveer batatas a unos monos. A estos les gustaba el sabor de las batatas crudas, pero no la arena que se acababa pegando a ellas cuando se las lanzaban. Una hembra de 18 meses, llamada Imo, resolvió el problema lavando las batatas en un arroyo cercano. Después le enseñó el truco a su mamá. Sus compañeros de juego también acabaron aprendieron esta nueva manera y la enseñaron a sus madres.

Poco a poco, los monos fueron aprendiendo esta innovación cultural. Entre 1952 y 1958 todos los monos jóvenes habían aprendido a lavar las batatas con arena para hacerlas más sabrosas. Los adultos que imitaron a sus hijos aprendieron esta mejora social, pero otros adultos seguían comiéndose las batatas sucias. Entonces sucedió algo sorprendente. En el otoño de 1958, un determinado número de monos en Koshima ya lavaban las batatas. Se desconoce el número exacto. Supongamos que al salir el sol una mañana había 99 monos que habían aprendido a lavar sus batatas.




'Changos jugando' - Francisco Toledo - México


Supongamos también que poco después, esa misma mañana, el mono número 100 aprendió a lavar las batatas. A partir de esa misma tarde casi toda la tribu lavaba sus batatas antes de comérselas. La energía adicional de este mono número 100, de algún modo, había generado ese avance ideológico. Sin embargo, los científicos observaron algo aún más sorprendente: el hábito de lavar las batatas saltó de la isla y atravesó el mar. Colonias de monos en otras islas y la tribu principal de monos del continente, en Takasakiyama, empezaron a lavar sus batatas.

Aunque este experimento de los monos pertenece más a la pseudociencia (al llegar a un número crítico los monos transmiten 'telepáticamente' la información sobre el lavado de batatas), y la
historia ha sido desacreditada (el mismo creador del mito afirma que es una metáfora sin evidencias necesarias), una de las conclusiones del experimento puede ser muy interesante.

Según esto, cuando un determinado número crítico de individuos logra un conocimiento, este nuevo conocimiento puede ser transmitido al resto de la sociedad. Si bien el número exacto puede variar, el fenómeno del Mono Número Cien significa que cuando apenas un número limitado de personas adquiere un conocimiento, sólo es propiedad consciente de esas personas. Pero hay un punto en el cual cuando una sola persona más sintoniza este nuevo conocimiento, el campo se refuerza de tal manera que es adquirido por casi todos.

¿Os parece que las conclusiones de esta teoría pueden ser correctas y extrapolables a nuestra sociedad, sobretodo ahora, en tiempos de internet?


Fuente:
La importancia estratégica del mono nº 100 - Mario Dehter

s información:
El monasterio.org- El mono # 100



Antrópicos ha llegado a su entrada número 100, al mono número 100 (tanto hablar de monos, para al final decir que esta es la entrada 100 del blog. En fin ..). En ningún caso pretendo que esto llegue a un número crítico, no es esa mi intención. Todos los monos (post) que han nacido me son muy queridos, aunque he de decir que tengo un cariño especial a algunos de ellos por lo mucho que me han hecho disfrutar:


Alicia en el País de las Maravillas: Es la entrada más leída del blog. Cada día más de 20 visitantes llegan a ‘antrópicos’ para encontrase con lo poco que llegué a contar sobre esta asombrosa obra literaria escrita por un matemático. ¡Y pensar que esta entrada nació de la inspiración de una musa!


El año sin verano: Me lo pasé en grande desentrañando los misterios de 1816. La erupción de un volcán en Indonesia provoca un cambio climático de asombrosas consecuencias en todos los ámbitos, incluidos el artístico y el geopolítico. Frankenstein-Shelley, Turner y Napoléon nos podrían contar muchas cosas sobre aquel año.


A sólo 6 personas de ti: Teoría de redes sociales. Stanley Milgran demostró hace casi 4 décadas que todo el mundo en este planeta está separado por sólo otras 6 personas.


La belleza cordobesa: Soy un enamorado de Córdoba, y no deja de maravillarme el pensar que en su arquitectura existe escondido un número enigmático, el número cordobés. Hubo incluso una operación de espionaje en la Córdoba Califal para desentrañar sus secretos.


El dilema del prisionero: Teoría de juegos y sus implicaciones sociales. ¿Podría resolverse el problema del acoso escolar si atendemos a las conclusiones de este juego? Eduard Punset cree que sí.



Gracias a los que pasáis por aquí y hacéis más interesante esto.


martes, 27 de noviembre de 2007

Casualidades

¿Quién no ha experimentado una de esas extrañas coincidencias que, de vez en cuando, vienen a romper la monotonía de nuestra vida cotidiana? ¿Recordáis el día que estuvisteis pensando en un amigo que no veíais desde hace años y –de pronto- os lo encontráis por la calle? .. A mi me pasó eso el otro día. Me encontré en el lugar más insospechado con un viejo amigo que llevaba más de 3 años sin ver.. y lo mejor es que ese mismo día lo había recordado.. Los irlandeses llaman a este tipo de coincidencias “campanillas”, porque dicen que uno las escucha en estas ocasiones.. Las coincidencias pueden ser triviales, cuando las consideramos normales o debidas al azar, y significativas o razonables, cuando creemos advertir algún sentido oculto. Los estudiosos han elaborado diversas clasificaciones. Veamos algunos ejemplos:


Coincidencias útiles: El actor Anthony Hopkins buscaba una novela de George Feifer sin lograr encontrarla y -de pronto- halló un ejemplar abandonado en el metro. Durante el rodaje de la película basada en la misma, aquella resultó ser la única copia -repleta de anotaciones- que le quedaba al autor; un amigo a quien se la prestó la había perdido en el metro.


El mundo es un pañuelo: en 1914, una señora alemana tomó 6 fotografías de su hijo y le pidió a una amiga de Estrasburgo que le llevase a revelar el carreta. A raíz de la guerra no volvió a verla, por lo que -sin el número del resguardo- no logró localizar las fotos. En 1916 compró una película cerca de Frankfurt y fotografió con ésta a su hija recién nacida. Tras revelarla comprobó sorprendida que en ella había una doble exposición; la que acaba de comprar era precisamente la película extraviada en Estrasburgo.


Coincidencias literarias: En 1837, Edgar Allan Poe publicó “Las aventuras de Arthur Gordon Pym”. En su relato, los 4 supervivientes de un naufragio, tras permanecer muchos días a la deriva, asesinan y devoran a un grumete llamado Richard Parker. En 1884, la yola Mignonette se hundió y los 4 supervivientes que escaparon acabaron comiéndose a un grumete llamado Richard Parker.


Advertencias de peligro: En 1898, Morgan Robertson escribió una novela en la que se describía el primer viaje de un gran transatlántico, el Titán, que se consideraba insumergible y se hundió en una noche de abril, tras chocar con un iceberg en el Atlántico .. 14 años después, el Titánic naufragaba en idénticas circunstancias .. En 1935, William Reeves -que había nacido el año del naufragio del Titanic- montaba guardia en el Titanian. Presa de un presentimiento, ordenó detener el barco justo cuando llegaron al lugar donde se había hundido el Titánic, evitando así ser arrollados por un iceberg.


Vidas paralelas: En 1900, el rey Humberto I de Italia cenó en un restaurante cuyo propietario -que se le parecía asombrosamente- había nacido el mismo día y ciudad que el monarca, se casó el mismo día que él con una mujer llamada igual que la reina y había abierto el establecimiento el mismo día que fue coronado el rey. El rey le invitó a asistir con él a un concurso de atletismo que tendría lugar al día siguiente. Cuando comunicaban al rey que su doble había sido asesinado a balazos aquella noche, el anarquista Bresci disparó sobre el monarca, matándole.


Coincidencias numéricas: Wagner nació en 1813. Su nombre tiene 13 letras. Escribió 13 óperas. Los números de su año de nacimiento suman 13. Su primer impulso musical se produjo un 13 de octubre. Sufrió 13 años de destierro. Terminó "Thannhäuser" un 13 de abril y dejó de ser tocada un 13 de marzo de 1845, tras su fracaso en París, no siendo repuestas hasta el 13 de mayo de 1895. El teatro de Riga, donde se presentó como director, fue inaugurado un 13 de septiembre. La casa elegida para sus festivales, en Bayreuth, fue abierta un 13 de agosto y el último día que pasó en ella fue un 13 de septiembre. Wagner falleció el 13 de febrero de 1883, que era el decimotercero de la unificación alemana.


¿Cómo encajan estas coincidencias en el orden universal?


Conan Doyle -el creador de Sherlock Holmes- o el astrónomo Flammarion nos hablaban de la intervención de entidades espirituales. Jung -fundador de la psicología analítica- explicó como manifestaciones de la mente inconsciente -individual y colectiva- los fenómenos conectados aparentemente pero que no parecen guardar entre sí una relación causa-efecto. Publicó junto al físico Wolfgang Pauli el ensayo “sincronicidad: un principio de conexión no causal”, término que definía la concurrencia de dos acontecimientos significativos, pero no conectados causalmente.


Hoy, los estadísticos disponen de una “teoría de agrupamientos”, según la cual cualquier distribución de cosas o acontecimientos hecha al azar, produce un efecto “apiñamiento" (todavía se recuerda en el casino de Montecarlo el día que la bola de la ruleta se paró 114 veces seguidas en el rojo). Se han propuesto hipótesis a-causales, como la serialidad, la mencionada sincronicidad o las propuestas por la nueva física, con conceptos como “agujeros” en el espacio o “tiempo que fluye hacia atrás”.


Desde el principio de Mach a la teoría ondulatoria de Wheeler y Feynman, pasando por el Teorema de Bell y el experimento de Einstein, Rosen y Podolski, numerosos físicos han visto un vínculo entre el mundo macroscópico y microscópico de la vida cotidiana, entendiendo que se hallan interconectados por un orden no causal. Hay quien piensan que hay algo detrás de todo, que “el universo -como dice Hoyle- es una obra planeada”, extremadamente ingeniosa y dotada de una finalidad, en la que estamos incluidos.


Jack Safartti y Saul P. Sirag han intentado explicar las sincronicidades a través de la física cuántica teorizando sobre la transferencia superlumínica de información a nivel cuántico. Los biólogos Rupert Sheldrake y Lyall Watson también han intentado explicar la multitud de extrañas causalidades que se dan en los reinos vegetal y animal. Sheldrake sostiene la existencia de “campos morfogenéticos”, análogos a los campos magnéticos, que moldearían las células y tejidos del ser vivo. Se concentrarían a través del espacio y el tiempo, de forma que las criaturas podrían aprender gracias a la experiencia previa de otros miembros a través de un “banco de memoria”.

Si a alguno le parece demasiado complicado, pero no obstante el tema le atrae, coleccionar coincidencias puede ser divertido y nada difícil de practicar.. Y si cuando termine de leer esta entrada, se disparan las coincidencias a su alrededor, que no se extrañe .. Si el primer periódico, libro, programa de televisión o radio tiene que ver con algo aquí tratado .. habrá que apuntarlo. Entonces, por favor, que lo indique en los comentarios ..

Más información:
Artículo 'Casualidades imposibles' - formarse.com.ar
Revista 'Muy Interesante' nº 55 - dic. 1985


viernes, 23 de noviembre de 2007

Religiones paródicas

Siguiendo con el tema anterior y a sugerencia de Myriam (mylaboratorio.blogspot.com) traigo algunas parodias de religión, a lo Monty Python. Religiones en las que no se cree, pero que se crean para parodiar a una religión, secta o culto. Entre las más difundidas están:

El "pastafarismo", también conocido como "Los seguidores del Monstruo del Espagueti Volador". Esta parodia de religión fue inventa en respuesta a la decisión del Consejo de Educación del Estado de Kansas a finales de 2005 de permitir que se enseñe la Teoría del Diseño Inteligente como alternativa a la Teoría de la Evolución. En junio de 2005, Bobby Henderson, licenciado en física de la Universidad Estatal de Oregón y creador del pastafarismo, publicó una carta abierta pidiendo formalmente que el pastafarismo recibiera el mismo trato que las «conjeturas lógicas basadas en abrumadoras evidencias observables» (o sea, la teoría de la evolución) y que el diseño inteligente (o sea, la idea de que el universo, la vida y el hombre son producto de acciones racionales emprendidas por un agente inteligente). Avisó que si no era así, «nos veremos forzados a proceder con acciones legales». En los dos meses siguientes, creció constantemente el tráfico en su sitio web. Esta «religión» se ha convertido, desde entonces, en un fenómeno de Internet que reúne a muchos adeptos. Los seguidores del "pastafarismo" se llaman a sí mismos "pastafaris", y proclaman haber sido tocados por Su apéndice tallarinesco

Afirman que el Universo fue creado por un Monstruo del Espagueti Volador invisible e indetectable. Todas las evidencias que «erróneamente» apoyan la evolución han sido «plantadas» intencionadamente por este ser.



Entre otras cosas, Hendenson afirna que el calentamiento global, los terremotos, los huracanes y otros desastres naturales son consecuencia directa de que desde los años 1800 ha disminuido el número de piratas. En el sitio de Henderson se presenta un gráfico que demuestra la correlación inversa entre la cantidad de piratas y las temperaturas mundiales. Este componente de la teoría acentúa la falacia lógica esgrimida por los creacionistas de que la correlación implica causa.


Os recomiendo que leáis la entrada en la Wikipedia sobre el Pastafarismo.

Los seguidores del Unicornio Rosa Invisible. Sátira en la que un dios toma la forma de un unicornio, que es, paradójicamente, rosa e invisible. Se suelen considerar seguidores de esta fe muchos ateos que participan en foros sobre ateísmo.


La Iglesia Maradoniana. Parodia de religión relacionada con el culto al astro argentino Diego Armando Maradona. Esta religión tiene ya unos 80 mil feligreses, y entre otras fiestas celebran la Navidad en el día del nacimiento de Maradona. Este es su padrenuestro:

"Diego nuestro que estás en las canchas. Santificada sea tu zurda, venga a nosotros tu fútbol. Hágase tu calidad tanto en el cielo como en la tierra. Danos hoy los goles de cada día, perdona nuestras patadas, como nosotros perdonamos la mafia napolitana, no nos dejes caer en la tentación de manchar la pelota y libranos de Havelange. Diego."
Imagen de San Diego, 'Hágase tu voluntad'



La Comunidad de Brahatmanariyu. Brahatmanariyu, hijo de Yavé, sobrino de Buda, primo de Alá y nieto de Zeus. Nació siendo tan solo un niño y el día de su cumpleaños celebró su primer aniversario de vida. Desde ese día cada vez que se repetía la fecha de su nacimiento se le celebraba un año más.

El mundo para Brahatmanariyu será una tremenda fiesta en donde todos serán ricos, famosos y hermosos !!! No existirá el hambre, la pobreza, las enfermedades, la muerte, ni el trabajo (si tienes que trabajar no eres libre). La comida vendrá sola a tu boca y tendrás todo el sexo que quieras con solo imaginarlo. La tristeza será un sentimiento olvidado, y todos seremos como dioses a su lado.


La religión Jedi. Ya ha aparecido en los censos de diferentes países. Está basada en la trama de las películas de las Guerra de las Galaxias. En Australia más de 700.000 personas se declararon miembros Jedi en un censo en 2001. Ese mismo año en Reino Unido 390.000, el 0,7% de la población. Sería por tanto la cuarta religión más extendida del país.


La iglesia de los Sub Genios. Así la describen sus seguidores:

"La Iglesia de los SubGenios es una orden de Herejes y Blasfemos, dedicados a la Vagancia(Slack) Total, profundizando en la Ciencia de la Burla, Sadofuturismo, Megafísica, Escatolografía, Esquizofrénica, Moralismo, Sarcastrofía, Cinisreligión, Apocalipticonomía, Espectoracionalismo, Hipnopediatría, Subliminalismo, Satirología, Distoutopianidad, Sardonicología, Apariencionismo, Ridiculofagia y Teología Miscelánea".
¡Qué más se puede añadir!


Así que ya sabéis, si os sentís vacíos de espiritualidad, si buscáis un sentido a vuestras vidas, tal vez podríais ingresar en uno de estos cultos. No sé si os sentiríais realizados, pero eso sí, os lo íbais a pasar de miedo. Ante algo así, ¿quién quiere ser ateo?


Fuentes: Parodia de religión - Wikipedia

miércoles, 21 de noviembre de 2007

¡Qué dios nos coja confesados!

Hace unas semanas publiqué un post sobre el intento de los creacionistas de hacerse más y más presentes en la red, y dije que procuraría acercaros algunos de los sitios web más demagógicos, ignorantes, cínicos y malintencionados. Así que nos pondremos manos a la obra.

Empezaremos por uno de mis sitios web favoritos. Se llama: “Antes del fin”. El nombre ya lo dice todo... Se trata de un sitio en español, que, en actitud sensacionalista, recibe al visitante con diversas noticias relativas a sucesos más o menos preocupantes de la actualidad internacional y a las que se las concatena con citas bíblicas, para que así el internauta, a través del arrepentimiento y la lectura de la Biblia pueda salvarse antes de que sea demasiado tarde, antes de que llegue el fin.


Detrás de este espacio está el reverendo Dawlin A. Ureña, quien ostenta, según se nos informa en la propia página web, el puesto de «Pastor de la Iglesia Hispana» de la Iglesia Resurrection Life en la ciudad de Grandville, Michigan (EUA). Profesor de Apologética en la Christian Life School of Theology y miembro destacado creacionista de la Creation Research Society.

Así no habla Ureña de él mismo:

«Antes de acostar a mis hijas cada noche mi esposa y yo oramos en familia y pedimos a nuestro Dios que coloque una cobertura alrededor de mi casa. Que los ángeles ministradores asignados a mi familia y a mí nos cuiden de los dardos del tentador. Pero... ¿Puede usted estimado amigo o amiga que nos visita solicitar esto con la misma seguridad que nosotros de que Dios honrará su petición? ¿Tiene usted una relación personal con el Creador de no solamente los ángeles sino también Creador de usted mismo? ¿Acaso no le gustaría participar de las ventajas indescriptibles que significa tener una amistad íntima con el Creador del Universo?»

Dawlin Ureña también pasa revista a variadas cuestiones de teología moral, tales como:

«¿Van al cielo aquellas mujeres que siendo cristianas usan pantalones y maquillaje?», «¿Nacerán niños en el Milenio?», «¿Destruirá Dios a Roma, que según algunos es la Gran Ramera?», «¿Cuántos hijos tuvo Abraham: uno o dos?», «¿Cómo se llamaba la mujer de Poncio Pilatos?», «¿Cómo murió Judas: ahorcándose o cayéndose de cabeza?» .. así como problemas relativos a las operaciones de diversas entidades espirituales, angélicas o demónicas: «¿Dónde se encuentra ahora Satanás?», «¡Un demonio en mi casa!: ¿qué hacemos?».


Algunos de los textos más apasionantes del Pastor Ureña están dedicados a la promoción de las doctrinas del «Diseño Inteligente», teoría en auge desde la publicación en 1989 del libro “Of Pandas and People” de David y Kenyon, bajo cuyas pretensiones «científicas», respiraba desde luego el mismo «Creacionismo» contra el que lucharon toda su vida biólogos como Stephen Jay Gould. De este modo, "puede recuperar la cristiandad el aliento necesario para hacer frente a los malvados tejemanejes del darwinismo y del materialismo, que por vía directa, conducen a la negación impía de la verdad contenida en el libro del Génesis".

Reparemos en algunas afirmaciones propias de los delirios de nuestro buen Pastor:


“Recomiendo a mis hermanos creacionistas que se informen bien antes de enfrentarse con los siguientes grupos religiosos: Adventistas, Testigos de Jehová y Evolucionistas. De estas tres religiones la más peligrosa es la de los Evolucionistas. Estos son los más educados, ya que su biblia es la ciencia. Una biblia sin Dios. Un texto que enseña que todo fue creado a partir de una gran explosión hace miles de millones de años. Este grupo muestra la mayor fe de los tres antes mencionados. Los Adventistas y los Testigos de Jehová por lo menos buscan la seguridad eterna en algún ser infinito muy parecido al Dios de nosotros los Cristianos, pero esta última secta, me refiero a los Evolucionistas, bueno, ellos colocan su fe en la Nada. La Nada es un tipo de dios que alguna vez en el pasado infinito se convirtió en Algo y ese Algo explotó. Luego de la Explosión Grande apareció la Inteligencia la cual organizó todo para que hoy tengamos el complejo mundo que vemos a nuestro alrededor” .


El Pastor Ureña también nos ilustra sobre la Evolución:


“La vida (según los evolucionistas) comenzó a hacerse más y más compleja mediante la unión de cientos, tal vez miles o millones de componentes hasta formar organismos que fueron capaces de evolucionar al pasar mucho, mucho, mucho, mucho, mucho tiempo.

La idea es que una bacteria se convirtió en una rana, una rana en un cocodrilo, un cocodrilo en un dinosaurio, un dinosaurio en un ave, un ave... y un tipo especial de mono se convirtió en un hombre y en una mujer... y colorín colorado, este cuento se ha acabado. ¡Ja, ja, ja, ja, ja! Discúlpenme, pero no puedo parar de reír. ¡Termino este cuento otro día!. Este es el cuento que le enseñan a sus hijos en la escuela como 'la verdad', la 'verdadera ciencia', la alternativa a las 'fábulas' de la Biblia.

La evolución no sucedió, no sucede y NUNCA se ha observado. Todo está como cuando Dios lo creó. Han sucedido pequeños cambios, siempre dentro de las mismas especies para lograr adaptación a los nuevos retos del medio, pero eso es adaptación, no evolución. ¿Que un dinosaurio se convirtió en un ave? ¡Ja, ja, ja, ja, ja!”.


Como he dicho, todo esto es textual .. y como si pudiera oírla, no consigo quitarme esa risa de la cabeza. Algunas perlas más:


“De películas como Parque Jurásico la gente tiene la impresión de que los dinosaurios eran todos animales horribles, con inmensos dientes siempre dispuestos a devorar a algún otro animal. Se presentan como agresivos carnívoros, sin embargo… tener dientes grandes y filosos ¡no significa necesariamente que un animal sea carnívoro! Antes de la inserción del pecado, todos los dinosaurios y demás animales eran vegetarianos. »Pero a toda bestia de la tierra, a todas las aves de los cielos y a todo lo que tiene vida y se arrastra sobre la tierra, les doy toda planta verde para comer». Génesis 1:30"

Esto significa que el T-Rex, antes de la entrada del pecado en la creación, era vegetariano. Estos evolucionistas no tiene ni una sola fotografía de cuando uno de estos animales dio una mordida a otro animal, o cuando uno de estos animales alcanzaba varias millas por hora al correr con sus patas inmensas. ¡No! Todo lo que hacen es especular con respecto a la forma en la que ellos PIENSAN que las cosas debieron haber ocurrido!”


Y podríamos seguir así durante horas y horas de apasionante lectura... ¿Os parece bien si lo dejamos ya?

Ante este cúmulo de estupideces sólo me queda decir: ¡Qué dios nos coja confesados! .. Antes de que llegue el fin, claro.


Fuentes:

La propia web de "antes del fin" ... ¡Hay tanto donde escoger!

Entradas relacionadas en 'Antrópicos':

Evolución vs. Creacionismo


lunes, 19 de noviembre de 2007

La química del humor

Sabéis que de vez en cuando me gusta traer por aquí alguna referencia al sentido del humor de los científicos. Supongo que muchas veces lo utilizan como recurso para captar la atención del público en general. O bien como una crítica a su propio saber. En esta ocasión nos acercaremos al mundo de la química a través del humor. El hecho de poner nombres a los distintos compuestos químicos no está exento de gracia e ironía. De mucha guasa, vamos.

A modo de ejemplo traigo algunos de estos nombres:

Existen en la naturaleza sustancias como el ‘ácido traumático’, una hormona vegetal que hace que las células dañadas se dividan y por tanto ayuda a reparar el “trauma”.

Otras como la ‘luciferasa’, nombre diabólico de la enzima que reacciona con el ATP (podríamos decir que el ATP es la molécula de la energía), y que causa ese brillo en las luciérnagas y en ciertos tipos de peces.

O también el factor anticoagulante ‘draculina’, que se encuentra en la saliva del murciélago-vampiro.

Para contrarrestar tenemos el 'ácido angélico’, el cual no tiene mucho de angelical. Se trata de una sustancia de defensa de ciertos escarabajos y que toma su nombre de la planta Archangelica officinalis .

También está el 'ácido erótico’, que por supuesto no es el mejor afrodisíaco. Su nombre correcto es el ácido orótico, pero en la literatura química a veces aparece mal escrito. Su nombre más conocido es el de vitamina B13. Y como comentó un químico, “si añades un carbono, tienes el ácido homo-erótico”.


Y no podemos dejarnos la 'clitorina’, o la abreviatura oficial (en inglés) del xantato etílico de sodio, conocido por sus iniciales: SEX. Curiosamente, se puede adquirir tanto en su forma sólida o líquida, y las consecuencias de exponerse a una alta concentración de SEX incluyen: vértigo, temblores, dificultad al respirar, visión borrosa, dolores de cabeza, vómitos e incluso muerte.

O el ‘erectono’, que es uno de los miembros de un grupo de compuestos extraídos de la hierba china Hypericum erectum, que la medicina tradicional de aquel país usa para trata la artritis, el reumatismo y como astringente.

Fuentes:

Blog de M.A.Sabadell - Doctor en Astrofísica


sábado, 17 de noviembre de 2007

Llegan las leónidas

Durante la madrugada del domingo día 18 de noviembre tendrá lugar la lluvia de estrellas fugaces Leónidas, el material residual eyectado por el cometa 55P/Tempel-Tuttle.

Se estima que el máximo de esta lluvia tendrá lugar concretamente hacia las 02:50 T.U.
del 18 de noviembre de 2007, y será observable en toda España. Aún así, algunos especialistas en este tipo de fenómenos han sugerido que durante la noche del domingo 18 al lunes 19 podría también producirse cierta actividad meteórica.




Leónidas en Japón, imagen tomada de elmundo.es


Sin embargo este año el fenómeno será más débil de lo normal, ya que solo serán visibles unos 15 meteoros por hora, cuando en otras ocasiones han sido de unos 45 por hora.


El nombre de "Leónidas" procede del hecho de que las estrellas fugaces parecen radiar de la constelación de Leo, aunque para verlas no es imprescindible fijar nuestra vista en dicha constelación; cualquier región del cielo es apta para observar.


La siguiente lluvia destacada, las Gemínidas, tendrá lugar hacia el 13-14 de diciembre y con condiciones de observación muy aceptables.


martes, 13 de noviembre de 2007

Historias de Poldavia

Este ‘post’ se lo dedico con afecto a Prudencio Salces, Silvestre Marín Cañete y Juan Luciano Jiménez, autores de la bitácora “Historias Fabulosas de Talbania’. Para aquellos que no la conozcáis os la recomiendo con fervor.

Su dirección: http://talbania3.blogspot.com


La siguiente historia comienza en París, a mediados de los años 30. Numerosos intelectuales de la sociedad francesa deciden convocar un mitin en apoyo de la sublevación del pueblo poldavo, que en esos momentos se encuentra sometido a una terrible tiranía. Circulan por París cartas dirigidas a personalidades de la política y la cultura animándoles a participar. Esas cartas comienzan así: “Seguramente Vd. no ignora las desventuras de la nación poldava...”.

Gracias a esta iniciativa, el pueblo poldavo recibió numerosos testimonios de apoyo y simpatía cuando más lo necesitaba, y en el momento oportuno se convocó el acto público de solidaridad, que terminó con un emotivo discurso en el que el principal orador finalizó con estas palabras: “Y yo, Presidente del Parlamento poldavo, vivo ahora, pobre exiliado, en una miseria tal que ni siquiera puedo comprarme pantalones”. Y, efectivamente, el Presidente, subiéndose a la mesa, mostró al público asistente lo cierto de sus palabras...

Entre los convocantes del mitin destacaba el prestigioso matemático Nicolás Bourbaki, antiguo miembro de la Real Academia de Poldavia, y que en esos momentos residía en Nancy, Francia. Pocos nombres han tenido una mayor influencia en la Matemática del Siglo XX como Bourbaki. Este francés con nombre griego se hizo popular a partir de los años 30 cuando comenzó a publicar una serie de artículos sobre estructuras matemáticas en las más prestigiosas revistas de ciencias. Su obra más importante ‘Elements de Mathematique’ ha sido una de las más importantes contribuciones al desarrollo y evolución de la matemática contemporánea.

Nicolás Bourbaki luchó como nadie para conseguir recuperar el prestigio que había tenido la Matemática francesa. Después de la sangría que supuso la I Guerra Mundial, la Matemática francesa, que había sido exponente mundial, había caído en la mediocridad y el provincialismo. Se decía que en aquella época no había nadie en Francia que supiera algo de representación de grupos. La vida cientıfica francesa estaba dominada por académicos más preocupados por conservar sus parcelas de poder que por el desarrollo de la investigación. Hasta que apareció Bourbaki.


Pero lo mejor de esta historia es que... Nicolás Bourbaki no ha existido nunca... Al igual que nunca ha existido Poldavia (probablemente algunos os habréis dado cuenta de la similitud de su historia a la de Ruritania de ‘El prisionero de Zenda’). Aunque también he de decir que en ningún caso he contado algo que no sea cierto...

Nicolás Bourbaki es el seudónimo de un colectivo de jóvenes matemáticos, la mayoría franceses, que allá por los años 30 decidieron superar la crisis que sufría la calidad de la investigación matemática en Francia. Su origen se produce en una conversación entre Andre Weil y Henri Cartan. El mismo Weil en su autobiografía recuerda el momento: “Somos cinco o seis amigos, encargados del mismo curso en distintas Universidades.” - le dijo a Cartan “Reunámonos y arreglemos esto de una vez por todas.” En ese momento, aunque ninguno de los dos lo sabía, nació Bourbaki. Cartan y Weil se pusieron en contacto con otros compañeros, y comenzaron a tener reuniones periódicas en un restaurante del bulevar Saint Michel de París. Lo siguiente fue la participación en congresos en distintas Universidades y la publicación de tratados sobre matemáticas con el nombre de Nicolás Bourbaki.

La elección del nombre de Bourbaki se debe a un general francés de origen griego, Charles Denis Sautier Bourbaki, que participó en la guerra franco-prusiana, y que en 1871 sufrió una humillante derrota y fue hecho prisionero. Según parece alguien utilizó ese nombre en la Escuela Superior para un teorema que se inventó y que más bien resultó ser un trabalenguas matemático.

El origen de Poldavia también es producto de una broma de los estudiantes de la Escuela Normal Superior. En 1910 los estudiantes se dedicaron a recoger diversos individuos en los bares de Montparnasse y, a cambio de vino, les hicieron pasar por representantes de la “Nación Poldava”. Poldavia acabó convirtiéndose en la patria de origen de muchos de los personajes inventados por los bromistas normalianos. Entre ellos está Bourbaki.

El colectivo Bourbaki sigue presente hoy día. En París cada año se desarrolla el Seminario Bourbaki , donde se exponen los principales avances en matemáticas. También se encuentran presentes en Internet. Su dirección, por si os interesa, es la siguiente: http://www.bourbaki.ens.fr .. Y su lema “todos deben interesarse en todo” sigue siendo un estímulo para muchos. Los nombres de sus miembros, como entonces, sigue siendo uno de los secretos mejor guardados (aunque en su página web aparecen referencias a los miembros fundadores).

Para cerrar este tema, traigo un episodio narrado por Weil en su ya citada autobiografía: Hacia 1948, la mujer de Henri Cartan (uno de los miembros fundadores como he comentado) pasó el teléfono a su marido diciéndole: “Bourbaki quiere hablar contigo”.

Al otro lado, Cartan oyó una voz que le decía: “Mi nombre es Bourbaki, y deseo entrevistarme con Vd.”

“Sin duda tiene Vd. una gran barba blanca, ¿no?” (así era como los miembros del grupo representaban al personaje en sociedad).

“No, no tengo barba, y quiero encontrarme con Vd. cuanto antes”.

Cartan, escamado, concertó una cita. A la hora prevista apareció un caballero de porte distinguido, que puso sobre la mesa un pasaporte diplomático a nombre de Nicolaides Bourbaki, consejero del embajador de Grecia. Explicó que la familia Bourbaki era muy conocida. Había rastreado su árbol genealógico hasta llegar a dos hermanos que se distinguieron en Creta en el siglo XVII, en la resistencia contra los turcos.

En la expedición a Egipto, Napoleón tuvo por piloto un Bourbaki. Su hijo llegó a ser oficial francés, y de él descendía el general de Napoleon III que acabó siendo hecho prisionero, como cita la historia. Nicolaides Bourbaki creía tener el árbol genealógico completo de la familia. Pero en él no aparecía ningún matemático. ¿Cómo era posible que no conociera a ese Bourbaki que había publicado con su nombre tantas obras de matemáticas?

Cartan se lo explicó todo y, desde entonces, y durante bastante años, el auténtico Nicolaides Bourbaki se convirtió en miembro honorario del grupo y participó a menudo en las cenas con las que terminaba cada Congreso.


Y esta es la historia de Poldavia y de su más ilustre embajador, Nicolás Bourbaki, el único matemático con varios cerebros ...


Fuentes:

Sociedad Andaluza de Educación Matemática Thales
Nicolás Bourbaki - wikipedia