La cultura popular sostiene que el agua siempre gira en un sentido en los desagües situados en el hemisferio norte de la Tierra y en el sentido contrario en el hemisferio sur a causa de la fuerza de Coriolis, pero esta es en realidad varios órdenes de magnitud más débil que otras fuerzas que influyen en el sentido de esa rotación como pueden ser la propia geometría del lavabo, inodoro o bañera que se están vaciando, si están completamente planos o algo inclinados, la dirección en la que se añadió el agua originalmente, o incluso los pequeños vórtices que pueden haber quedado en el agua como resultado de lavarse las manos en ella o que pueden haber sido causados por pequeñas irregularidades en la superficie de la pieza que se está vaciando.
Puedes hacer la prueba llenando y vaciando piletas, bidés, fregaderos y similares en tu casa. Verás que en algunos el agua siempre gira en un sentido determinado -en especial si el grifo está descentrado- pero en otros unas veces girará para un lado y otras para otro; incluso es fácil modificar el sentido de giro si previamente remueves un poco el agua con tu mano.
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