domingo, 22 de junio de 2008

¿google nos convierte en estúpidos?

Esta pregunta, que muchos comenzamos a hacernos, es el título del interesante artículo publicado en The Atlantic por Nicholas Carr, Is google making us stupid?. Os traigo, a modo de collage, algunos pasajes que he traducido (no literalmente), que plantean cuestiones muy interesantes. Nos dice Carr:


Ya no pienso de la manera que solía hacerlo. Antes me resultaba muy fácil recogerme en la lectura de un libro o un artículo. Mi mente quedaba atrapada durante horas en la narrativa y en los giros argumentales. Ahora rara vez ocurre. A partir de dos o tres páginas mi concentración comienza a ir a la deriva. Pierdo rápidamente el hilo y tengo que dejarlo. Lo que solía ser algo natural para mí, la lectura profunda, ahora se ha convertido en una lucha.


Creo saber lo que me está pasando. Desde hace más de una década, he estado pasando la mayor parte de mi tiempo conectado a la red, buscando y surfeando. La red ha sido un chollo para mí como escritor. La investigación que antes requería días y días entre pilas de periódicos en las salas de las bibliotecas, ahora la puedo realizar en pocos minutos desde casa. Unas pocas de búsquedas en Google, algunos clics en los enlaces, y tengo a mi alcance todo lo que necesito. A veces lo uso para buscar videos, potcast, entradas de blogs, o simplemente para ir saltando de enlace a enlace.



La red se está convirtiendo en el medio universal, el conducto para la mayoría de la información que circula. Pero la sensación que tengo es que el proceso de mi pensamiento está cambiando, mi mente comienza a esperar recibir la información de la manera que se distribuye en internet. Muchos de mis amigos dicen estar teniendo experiencias similares. Ya no acaban los libros. “Prácticamente tengo perdida mi capacidad de leer y de absorber un artículo”. “Ya no puedo leer Guerra y Paz”. Incluso una entrada en un blog de más de dos o tres párrafos es demasiado extensa para absorberla.



Según algunos expertos, nuestros pensamientos están adquiriendo la capacidad de escanear rápidamente breves pasajes de texto desde múltiples fuentes de internet. En poco tiempo aparecerán los primeros estudios psicológicos y neurológicos sobre cómo nos está afectando a nivel cognitivo. Algunos ya hablan de una actividad en continuo salto entre fuentes de información. No podemos leer más de una o dos páginas, cuando ya estamos saltando a otro sitio
.


Nuestro cerebro es casi infinitamente maleable. Todos solemos creer que esa malla de conexiones formada por 100 mil millones de neuronas queda fijada al llegar a la edad adulta. Pero recientes investigaciones han descubierto que no es así. Según expertos, incluso en los adultos la mente es muy ‘plástica’. El cerebro tiene una gran capacidad de reprogramarse sobre la marcha alterando algunas funciones.


Nietzsche ya experimentó algo parecido cuando comenzó a utilizar la máquina de escribir. Al parecer, el empleo de la máquina produjo un cambio en su estilo de escritura, convirtiéndose su prosa en algo más ‘telegráfica’, cambiando de argumentos a aforismos, de pensamientos a juegos de palabras, de la retórica al estilo telegrama. Nietzsche respondió a un amigo que destacó este hecho: “Usted tiene razón. Nuestro medio de escritura participa en la formación de nuestros pensamientos".

[...]

El artículo de Carr no es tanto contra el buscador de google, sino contra el hecho que cuanto más nos introducimos en la red, más nos cuesta centrarnos en los textos que profundicen sobre un tema. Lo que se lleva, sobretodo en el mundo de los blogs, son textos breves y concisos con enlaces para que el lector pueda ampliar la información. Buscamos la inmediatez. Y Carr no es el único que piensa que una herramienta como el buscador de google, en su intento por organizar la información de todo el planeta y hacerla universalmente accesible, nos está haciendo estúpidos. Como decía Gideon Haigh en su ensayo sobre el tema:


Nos hemos obsesionado con mirar todo el universo como información que tiene que estar enlazada y rankeada. Nos hemos concentrado en cantidad y conveniencia a cuestas de la riqueza de la experiencia en la biblioteca. Estamos cometiendo un error tremendo. Pero lo haremos de todas formas. Las condiciones están dadas y son ideales. Han pasado trece años desde que Neil Postman decidió que Estados Unidos y el Occidente se convertirían en una “tecnópolis”: un estado donde la cultura busca su fundamento en la tecnología, halla la satisfacción en la tecnología y acepta ordenes de la tecnología. Es difícil concebir eso sin pensar en algo llamado la Sociedad Google, convencida de que una red útopica enlazada por gigantes librerías virtuales con todo el conocimiento universal de nuestra civilización. Incluso si eso significa una reducción de la cultura a listados generados por maquina de lo que todo el resto del mundo está buscando. Tan estúpido, que nadie se entera lo estúpido que es.

Otros, sin embargo, son críticos a las teorías de Carr. Algunos afirman que se sienten más inteligentes gracias a google en particular y a internet en general, aunque reconocen alteraciones en su modo de pensar y de escribir. Hablan del desarrollo de la facultad de procesar la información más rápido y de recoger numerosas fuentes de información simultáneamente.

Sea como fuere, internet está cambiando nuestras vidas.


Y todo esto me hace plantear algunas preguntas:

¿Realmente pensáis que esto nos está ocurriendo? ¿Está internet cambiando nuestros cerebros?
¿Nos dirigimos hacia nuevas formas de conocimiento?
¿Nos estamos haciendo cada día más estúpidos usando buscadores, en vez de tomarnos un tiempo para investigar? ¿O esto nos está ayudando, permitiendo adquirir más información más rápidamente?

Y añadiría:

¿Si realmente google nos hace más estúpidos, se merece el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades?
¿Os habéis fijado en el estilo tan 'telegráfico' de este post? ¿O debería decir 'internetero'?


Por cierto, ¿habéis leído todo el post?

5 comentarios:

Passy dijo...

Estimado Miguel Ángel:

1.- Creo que falta una pregunta que enlazaría bien ¿Es correcto otorgar el Príncipe de Asturias a Google?

2.- En muchas ocasiones me encuentro a mi mismo disculpándome por la extenso de un comentario o autocensurándome por una entrada en mi blog. Es cuestión de adaptarse al medio. Un lector impenitente me confesaba el otro día que desde que navega por la red se las ve y se las desea para acabar de ver un partido de fútbol en la tv: -demasiado largo. -Dice.

3.- Creo que la herramienta es excelente y que en realidad queda todavía mucho por hacer la informacción verdaderamente accesible. El propietario de la información verdaderamente valiosa se cuidará mucho de hacerla circular. Con Google en el ordenador no se puede hacer una tesis. Uno se puede divertir o como mucho adquirir una culturilla, pero no llegaremos muy lejos. El conocimiento está en otro sitio. El conocimiento de verdad, claro. A no ser que pagues; como siempre.

4.- Google no nos hace estúpidos. Nosotros nos hacemos estúpidos: antes y después de Google.
¿Qué diremos entoces de la imprenta? Después de Gutemberg, todos lelos. ¿Y después de la escritura?

5.- Hay la costumbre confundir la herramienta con el oficio. Tal vez no lo conoceremos, pero dentro de un tiempo el personal ira a una Coorporación Cerebroestética a que les implanten un plus de memoria o un sistema de relación de conceptos. También serán herramientas. Antes, los agujeros se hacían con barrena y ahora con la Black and Decker.

Tranquilidad. Me leí hace poco el último libro de Richard Dawkins y la verdad, me divierto mucho co Google, pero una gafas bien graduadas y un buen libro tampoco es mala combinación. Qué te voy a contar que tú no sepas.



Saludos cordiales

Francisco Méndez S. dijo...

No lo había pensado,antes de leer este artículo.
La pregunta es que hariamos en internet sin google, ¿como organizariamos tanta información?, Es fácil perder la concentración con tanta información, que ha pasado a ser un bien menos escaso.
Lo mismo se dijo cuando se inventó la escritura.
Mito de Theut que recoge Platón en el Fedro:
Pues bien ,oí decir que vivió en Egipto en los alrededores de Náucratis uno de los antiguos dioses del país, aquél a quien le está consagrado el pájaro que llaman Ibis1 .Su nombre era Theuth y fue el primero en descubrir no sólo el número y el cálculo, sino la geometría y la astronomía, el juego de damas y los dados, y también las letras. […] Pero una vez que hubo llegado a la escritura ,dijo Theuth:”este conocimiento ,oh rey, hará más sabios a los egipcios y aumentará su memoria .Pues se ha inventado como un remedio de la sabiduría y la memoria”.Y aquél replicó:” Oh, Theuth, excelso inventor de artes, unos son capaces de dar el ser a los inventos del arte, y otros de discernir en qué medida son ventajosos o perjudiciales para quienes van a hacer uso de ellos. Y ahora tú, como padre que eres de las letras, dijiste por cariño hacia ellas el efecto contrario al que producen. Pues este invento dará origen en las almas de quienes lo aprendan al olvido, por descuido de la memoria, ya que los hombres, por culpa de su confianza en la escritura, serán traídos al recuerdo desde fuera, por unos caracteres ajenos a ellos, no desde dentro, por su propio esfuerzo. Así que, no es un remedio para la memoria, sino para suscitar el recuerdo lo que es tu invento. Apariencia de sabiduría y no sabiduría verdadera procuras a tus discípulos.”

Saludos

miguelangel dijo...

Passy, suscribo punto por punto tu comentario. Sí que me gustaría aclarar que estoy de acuerdo con la concesión del Príncipe de Asturias de humanidades a google (cuestiones políticas a parte, como su actuación en China). Al igual que ya ocurrió con el señor Gates, los genios de google han conseguido con esta herramienta acercar las nuevas tecnologías al ciudadano de a pie. Qué distinto era internet sin google, con aquellos desesperantes buscadores de los que apenas recordamos sus nombres. Lo que nació siendo un simple buscador de contenidos hace ya mucho que se convirtió en la primera herramienta de internet. El jurado que concedió el premio dijo que “Google pone de forma instantánea y selectiva al alcance de centenares de millones de personas el enorme caudal de información de Internet" y contribuye "al progreso de los pueblos por encima de fronteras ideológicas, económicas, lingüísticas y raciales". Supongo que esto suena exagerado, pero mi experiencia me dice que no lo es tanto. En su día me serví de su potencial y su facilidad de uso para acercar este mundo de internet a colectivos que en un principio podría pensarse que son ajenos a todo esto, como discapacitados o gente de la tercera edad. Y los resultados fueron impresionantes.

Está claro que la fórmula de google va a seguir revolucionado el mundo. Cada día está más próxima a la inteligencia artificial, a punto de superar el test de turing, como muchos afirman. Dentro de poco nuestras búsquedas no se realizarán por una simple combinación de palabras a+b+c, sino por preguntas muy concretas, de una longitud de 10 a 12 palabras, devolviéndonos respuestas precisas...

... Pero por otro lado, resulta casi indignante que todavía uno ponga “evolucionismo” en la barra de búsqueda de google, y después de la ‘wikipedia’, la entrada que aparezca a continuación sea un mitín del diseño inteligente. Como bien dices, somos nosotros los podemos llegar a caer en la estupidez, pero google puede llegar a ser un innecesario colaborador, sobretodo si no nos acostumbramos a usar los filtros para hacer búsquedas más avanzadas.

Si te parece otro día hablamos de Dawkins, aunque no conozco su última obra. Por de pronto buscaré alguna referencia con google... A ver qué se cuenta.

Salud



Ulysses, poco puedo añadir a lo que nos traes. No he leído ‘Fedro’, pero con este pasaje acabas de despertar mi curiosidad. Un gran filósofo inglés decía: “Toda la filosofía occidental sólo son notas a pie de página de la obra de Platón”. Empiezo a creer que esto es así..

Salud

daviccy dijo...

Sí me siento más estúpido de alguna forma... pero me siento más libre. Reconozco que mi capacidad de concentración en la lectura ha disminuido notablemente y puede que sea por culpa de la plasticidad de mi cerebro.... Cuando leo un libro (y ya casi sólo leo ensayos, la mayoría relacionados con mi carrera) he notado que echo en falta links. Tambien recorto mis discursos, tanto orales como escritos, en busca de la inmediatez. Mi memoria tiende a cero: no necesito memorizar porque soy consciente de que cualquier información está a mi alcance, a un sólo golpe de ratón.

Pero tambien detecto que en mi mente se han creado nuevas formas de almacenar información, no en paquetes cerrados sino con múltiples salidas: una palabra ya no encierra una imagen o un significado sino decenas de rutas a páginas que contienen información relacionada. Pienso en "google". Yo lo llamaría "pensamiento hipervinculado": ya no almaceno el conocimiento sino el mapa de carreteras que me lleva a él. Me gusta que sea así, porque siempre he sido muy malo memorizando.

Una vez, cuentan los ancianos de mi facultad, un profesor preguntó a un alumno si sabía cierta información técnica sobre hormigon armado (pongamos). Éste, tranquilamente contestó que no, pero que sabía dónde encontrarla. El profesor no encontró razones para reprender al alumno.

Anónimo dijo...

Internet nos proporciona respuestas rapidas y concretas. ¿Estamos perdiendo la capacidad de razonar?

Si los libros viniesen con un resumen al final... seguro que se venderian muchos mas.

Saludos