miércoles, 19 de septiembre de 2007

Cuando te persigue un león

Se define el estrés como la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional del individuo. Su resultado fisiológico es un deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente.


Para un mamífero el estrés significa que alguien te va a comer en lo próximos minutos, o que estás a punto de comerte a alguien, como afirma Robert Sapolsky. En estas circunstancias, se moviliza energía desde sus almacenes en el cuerpo a los músculos, aumenta la presión de la sangre para liberar energía de la forma más rápida posible, y (personalmente me parece lo más interesante) se cancelan proyectos a largo plazo: si te persigue un león, habrá que ovular otro día, la digestión puede esperar, los anticuerpos se crearán en otros momentos. Hay que cancelar todo lo que no sea esencial.



El estrés puede ser algo positivo por tanto. Avisa de que algo pudiera no estar bien, que el peligro se encuentra cerca. Pero mientras que en pequeñas dosis puede salvarnos la vida, la ansiedad constante es sumamente perjudicial. Las hormonas que ponen al cuerpo en alerta pueden dañar el cerebro y el sistema inmunológico.


Nuestro problema, a diferencia de otros mamíferos, es que podemos generar la misma respuesta de estrés simplemente pensando. Somos el único primate capaz de sentirse impotente y desesperado ante algo que está ocurriendo en el otro extremo del planeta, o de algo que podría ocurrir dentro de 50 años.


Y por desgracia, uno de los mejores mecanismos para reducir estrés es hacer que otro individuo se estrese y se sienta mal, desplazando la agresión a otro. Hay estadísticas que indican que cuando se producen periodos de recesión económica se produce un incremento de abusos a menores y se producen más casos de violencia doméstica. Esto es muy típico de los primates : “Tengo que encontrar a alguien más pequeño que yo para pasárselo”. Esto explicaría muchos de los aspectos más negativos de nuestra experiencia social.


Todo esto viene a cuento de un estudio que acaba de salir que afirma que el 31% de la población mundial vivirá en 2025 con estrés hídrico, término que define la situación en la que el agua empieza a ser un bien escaso, según Álex Pires, miembro de la Cátedra UNESCO de sostenibilidad de la UPC, a partir de cálculos de la ONU.


El estrés hídrico se produce "cuando el índice de explotación del agua supera el 50%"
, es decir cuando se consume más de la mitad del agua que recibe una región concreta como resultado de las precipitaciones. España tiene un índice de explotación hídrico del 41,3% (el de Israel es del 98%), si bien existen "grandes desigualdades entre la España seca y la húmeda", remarcó Pires, ya que mientras en Galicia o el País Vasco el índice se sitúa entre el 3% y el 5%, en otras zonas como la cuenca de los ríos Júcar o Segura está por encima del 100 por 100.


Esto quiere decir que se están agotando las reservas, porque se utiliza más agua de la que cae, y el experto en gestión sostenible se muestra cauto en cuanto al futuro, ya que, señala, "cuando hay demasiada gente buscando un recurso que escasea se producen conflictos".


¿Ya estáis empezando a estresaros?

Fuentes: abc.es
El viaje a la felicidad - E. Punset - Ed. Destino

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no soy nada estresante. No tengo estrés. Soy muy muy tranquilo.

un abrazo

Myriam dijo...

Si es que el estres es muy malo... Por cierto, que lo de cagarse de miedo es totalmente cierto, porque cuando a las gacelas por ejemplo, las persiguen los leones "sueltan lastre" para pesar menos y poder correr más deprisa...

Francisco Méndez S. dijo...

Hola : El estrés indica que hay que hacer algo. No es arrancar sino hacer frente al problema.
Saludos

Antonio Ruz dijo...

Por suerte nuestro cuerpo actúa por si sólo en mumerosas ocasiones, cubriendo necesidades básicas.
Me despistate un poco cuando empezaste a enlazar el tema con el agua.
Los gobiernos no actúan hasta que es demasiado tarde.

Rodi dijo...

Que mal rollo lo del agua, la verdad es para estresarse.

Es muy interesante lo que comentas sobre las reacciones que provoca el estres en el hombre.

Saludos.