" El
científico no estudia la naturaleza por la utilidad que le pueda
reportar; la estudia por el gozo que le proporciona, y este gozo se debe
a la belleza que hay en ella. Si la naturaleza no fuera hermosa, no
valdría la pena su estudio, y si no valiera la pena conocerla, la vida
no merecería ser vivida. Por supuesto que no hablo aquí de aquella
belleza que impresiona los sentidos, la belleza de las cualidades y
apariencias; y no es que desprecie esta belleza (lejos de mí tal cosa),
pero no es esta la propia de la ciencia; me refiero a aquella profunda
belleza que surge de la armonía del orden en sus partes y que una pura
inteligencia puede captar. La belleza intelectual se basta a sí misma, y
es por ella, más que quizá por el bien futuro de la humanidad, por lo
que el científico consagra su vida a un trabajo largo y difícil. "
Henri Poincaré (1854-1912), físico, matemático, astrónomo y filósofo de la ciencia. Científico universal.
H. Poincaré en su estudio, 1911. Img: Archives Henri Poincaré
No hay comentarios:
Publicar un comentario