Bien. La espera ha sido larga pero ha merecido la pena. Una vez visto el primer capítulo de la nueva serie de documentales de Cosmos que emite National Geographic solo puedo decir una palabra: espectacular. Está claro que con solo un programa emitido no hay suficiente material para hacer una crítica bien justificada, veremos como sigue avanzando, pero lo mostrado hasta ahora es realmente bueno. Un impresionante despliegue de efectos digitales, buena ambientación, un buen conductor con el suficiente carisma para hacerse cargo del reto de sustituir a Carl Sagan (aunque se le echa tanto de menos), y lo que es más importante, el programa mantiene en todo el momento el espíritu de la serie original. Supongo que los que nos criamos con Cosmos en el fondo temíamos ver en qué quedaba el legado del que para muchos ha sido el mejor divulgador científico del siglo XX. Después de ver el programa uno tiene la sensación de haber visto la continuación, años después y con otros actores, de su película favorita. Siempre se suele mencionar aquello que ya se decía en el Quijote de "segundas partes nunca fueron buenas", algo que no siempre es cierto. En este caso, y dadas las circunstancias, la segunda parte es una digna sucesora. Seguramente este Cosmos no tendrá la repercusión del primero, pero es necesario. En esta época de modas absurdas y desprecio por el conocimiento todos necesitamos más que nunca programas como Cosmos. Seguiremos expectantes para ver a dónde nos lleva la nave de la imaginación pilotada ahora por Neil deGrasse Tyson..
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