martes, 22 de abril de 2008

Literatos y literatura, por Isaac Asimov

23 de Abril, Día del Libro


La obra maestra de Gustave Flaubert, Madame Bovary, una historia de amor brutal y realista que trataba sobre el adulterio, fue condenada como pornografía cuando se publicó por entregas en un periódico en 1856, y Flaubert fue acusado de ofender la moral pública y la religión. La corte censuró su libro, pero absolvió a su autor. Aunque la novela acabó vendiéndose a miles, Flaubert dijo que deseaba tener bastante dinero como para comprar cada ejemplar, “arrojarlos todos al fuego y no volver a oír hablar del libro jamás”.

Emily Dickinson, cuya poesía emociona ahora a millones de personas, dio vuelo a su imaginación en lo concerniente a la Tierra, el firmamento y el mismo cielo. Pero sólo abandonó Massachussets, su Estado natal, para visitar a su padre en Washington, donde era diputado. Se convirtió en una auténtica reclusa, que no permanecía en la misma habitación con sus visitas, sino que hablaba con ellos desde una habitación vecina.

Aunque no estaba ciego, Aldous Huxley aprendió braille para poder dar descanso a sus ojos, sin tener que renunciar a la lectura, de la que tanto disfrutaba. Una de las compensaciones, decía Huxley, era el placer de leer en la cama en la oscuridad, con el libro y las manos cómodamente bajo los cobertores.

No se preocupó mucho por sus estudios, y en realidad jamás terminó la enseñanza secundaria. Como pasaba más tiempo leyendo y chismorreando con sus amigos que dedicado a su trabajo, perdió su puesto de administrador de correos de la comunidad. En 1949 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura.. era William Faulkner.

El gran escritor satírico francés Voltaire contribuyó con un enorme servicio a la ciencia. Hizo que una de sus amantes escribiera una traducción al francés de la obra maestra de Newton Principia Mathemática, y luego él mismo escribió un comentario. La gracia de lo escrito por Voltaire ayudó a popularizar en toda Francia los conceptos de Newton.

"Lo siento, señor Kipling, pero usted simplemente no sabe emplear el lenguaje inglés. Este no es un jardín de infancia para escritores aficionados”. Con estas proféticas palabras, Rudyard Kipling, que ya había escrito entonces uno de los mejores relatos en la historia de la literatura, El hombre que pudo reinar, fue despedido de su empleo de reportero por el Examiner de San Francisco.

Walt Whitman fue despedido de su empleo en la oficina india del Departamento del Interior cuando el secretario leyó un fragmento de Hojas de Hierba de Whitman, y la consideró “poesía perniciosa”.

Los historiadores han relatado la admirable historia de Abdul Kassem Ismael (938-995), el sabio gran visir de Persia, y de su biblioteca de 117.000 volúmenes. En sus muchos viajes como guerrero y estadista, jamás se apartó de sus amados libros. Estos eran transportados por 400 camellos, entrenados para caminar en fila, de manera que los libros que llevaban sobre sus lomos se mantuvieran en orden alfabético. Los camellos bibliotecarios ponían inmediatamente en manos de su amo cualquier libro que éste pidiera. Debido a su trato cordial, Abdul Kassem Ismael fue apodado Saheb, el camarada.

Herman Melville no destacó como figura literaria hasta mucho después de su muerte, en 1891. Se había desilusionado por el fracaso comercial de Moby Dick (1851) y otras novelas, que renunció a la pluma y se convirtió en un oscuro empleado en la administración de aduanas de Nueva York. Su Billy Budd ni siquera fue publicado antes de 1924.

Después de los primeros episodios de Las confesiones del caballero de industria Félix Krull, el novelista Thomas Mann interrumpió la obra, la publicó como relato corto y no volvió a ella hasta 32 años después. Cuando reanudó el trabajo, exactamente donde lo había dejado, no alteró ni una sola palabra de los fragmentos anteriores, y la novela resultante quedó tan equilibrada como todas sus otras obras.

Sir Walter Scott fue un escritor muy prolífico, que obtuvo con sus obras fama y éxito. Por desgracia, invirtió casi toda su recién ganada riqueza en empresas editoriales que fracasaron con la depresión de 1826. Scott contrajo deudas por la estremecedora cantidad de 130.000 libras esterlinas, y dedicó el resto de su vida a escribir para pagarlas. Con el paso del tiempo murieron su esposa, su hijo y su nieto, y él sufrió varios ataques cardíacos; pero hasta el último acreedor fue pagado totalmente.

Lord Byron, el moreno y hermoso poeta romántico inglés, nació con un pie deforme, respecto al cual se ha escrito mucho. Pero ¿era el pie derecho o el izquierdo? Nadie está seguro; la información relativa al defecto físico es muy confusa.


1 comentario:

Unknown dijo...

Creo que deberías haber hecho una lista de los libros que a tí te gustan más que una recopilación de grandes autores, que no niego que te puedan gustar, pero si es el día del libro, aunque esto sea el parto de una persona humana, deberías habérselo dedicado a esas obras que te han emocionado en algo o que crees que te han aportado algo. Te regalo una mía: La mística de la feminidad de Betty Friedan.