martes, 11 de noviembre de 2008

El primer cornudo certificado


En el archivo del Museo de Ciencias Naturales de Madrid se encuentra un sensacional documento del siglo XVIII que certifica el primer caso datado de hombre cornúpeta. Era español y, al parecer, Caballero de Santiago. Tenía astas espirales, como las de un carnero, y las perdió por obra de un misericordioso serrucho de cirujano.

El documento dice así:





Del Conde de Floridablanca al Director del Real Gabinete de Historia Natural, don Joseph Clavijo:

“Remito a Vm dos hastas pequeñas cortadas á un hombre por el Zirujano don Josef Correa.”

De don Joseph Clavijo al Conde de Floridablanca:
“Señor. Quedan colocadas en este real gabinete las dos hastas cortadas á un hombre por el zirujano don Josef Correa, que V.E. se sirvió remitirme con el testimonio que acredita este suceso extraordinario (...), y lo participo a V.E. en cumplimiento de mi obligación”.


El “documento que acredita este suceso extraordinario”, es el acta con los testimonios del autor y testigos de la amputación de la madera del aire que tuvo lugar en la Villa de Madrid.


Testimonio del cirujano:

“Dn Josef Correa, Cirujano en esta Corte ante VI. Como mejor proceda; digo que combiene á mi derecho justificar como en uno de los días del mes de Abril próximo pasado de este año ha llegado á mi casa un cavallero de distinción que confesó ser del Reyno de Murcia, y de hedad de sesenta y siete años poco más, o menos, y con la pretensión de que le reconociese dos mostrosidades que segun se demostravan heran hablando con el respeto devido dos palos de madera de ayre, ó hastas del mismo color, dureza substancia y figura que los de un cordero los que he reconocido en presencia de (...); cuyo cavallero expuso haber andado varias tierras y lugares a fin de que se los cortasen, y ningún Zirujano quiso encargarse en dicha operación, por lo cual fueron por mi separados por medio de la sierra de amputar, lo que así juro por Dios (...).


Sigue la declaración de Candida Trijueque, asombrada testigo del prodigio:

“(...) en uno de los días del Mes de Abril, aunque no sabe qual de ellos (...), llegó un hombre embozado y con sombrero de tres vientos, y estubo hablando algun rato con el Dn Josef Correa que vive en la propia calle de la Cavavaja (...), y vió que á dicho hombre se le mandó sentar y sentó en una silla, y se quitó su sombrero e inmediatamente se le bieron de manifiesto dos cuernos (...), y haviendo visto y reconocido los dos cuernos el expresado Correa dijo á el sugeto que los traia puestos (y tenía un vestido Militar de color perla, y en el, y al lado del pecho una Venera del Habito de Santiago con una cinta ó cordón encarnado) quiere VI quitárselos y respondió esa es mi pretensión (...). El nominado Josef Correa sacó una sierra armada con su botante de hierro y mango de madera torneado (...) y con la asistencia de los nominados que le sostenían para alibio de su dolencia se los cortó y en cuyo acto habrá tardado como mas de media hora (...)”.


Al leer las declaraciones anteriores, el cirujano don Gerónimo López, dijo:

“que toda su narrativa es cierta y que lo sabe por haber lo visto y haver ayudado como uno delos que hallaron presentes á hacer la operación (...)”.



Y Francisco Loyti, también cirujano, asegura que:

“(...) vio entrar en dicha tienda un hombre embozado, y que (...) se quitó su sombrero y se desembozó á cuyo tiempo se vino en conocimiento de ser cavallero del Abito de Santiago (...) y sele divisaron dos bultos que llamaban de monstuosidad por hallarse en persona racional aunque cada uno de por sí se decía heran cuernos lo que no se pronunció en su presencia (...)”.





Por desgracia para la ciencia, los cuernos del caballero se perdieron, pero queda la palabra del conde, el historiador, los cirujanos y la dama.



Fuente:
Revista Muy Interesante, nº 116, enero 1991

Más información:
"Cuernos humanos", por el Dr. José Manuel Reverte Coma

3 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Lástima que no se hayan guardado los cuernos, sería interesante estudiarlos, saber por que crecieron

Saludos

diego dijo...

cuando comencé a leer estaba convencido de que iba a poner un comentario que dijese "ninguno está libre".
Voy a tener que charlarlo con mi analista,jo,jo.
No sabía que eso hubiera pasado realmente.
Saludos.

miguelangel dijo...

Como veréis las etiquetas que he puesto al post van desde medicina a humor, pasando por historia y curiosidades.. El post tiene un poco de todo.

Existen varios casos documentados de personas cornúpetas. Al final he incluído un enlace a un excelente documento donde se explica tanto este caso en concreto como otros. En él, el doctor Reverte nos describe esta patología:

"Los cuernos cutáneos humanos (Cornua cutane humana) o Hauthörner de los alemanes, Cornu cutaneum, son producciones que se desarrollan en la piel y a veces en las mucosas, verdaderas excrecencias córneas, formadas por una sustancia parecida a la de las uñas, las pezuñas o los cuernos de ciertos animales. Son genuinos tumores córneos de la piel con aspecto idéntico al de los cuernos de los animales, pero se diferencian de ellos en que carecen de tejido óseo en su interior y de madeja de pelo como ocurre en los cuernos de los rinocerontes."

(...)

Por supuesto, todo esto no deja de tener su encanto.. El caballero de Santiago con su gorro enroscado, el 'zirujano' con su sierra, la dama, con su descripción (alguien me tachará de machista), donde dice no recordar ni fecha ni otros detalles, pero es capaz de describir perfectamente cómo iba vestido el cornudo, colores incluídos... etcétera

Una deliciosa curiosidad, vamos

Saludos