sábado, 22 de marzo de 2008

La princesa enamorada

"Había una vez una princesa y un príncipe, recién casados, muy enamorados y que debían separarse por un tiempo, ya que él tenía que viajar a un extremo del reino para ordenar algunos asuntos. A fin de hacer la espera menos dolorosa, el príncipe prometió enviarle una carta cada mañana. Conforme las mismas llegaban, a la princesa le sorprendió que no arribaran con la frecuencia prometida.





Sin embargo, al cabo un par de semanas éstas comenzaron a llegar todos los días. Como la princesa era perspicaz se dio cuenta de que esto debía ocurrir porque el príncipe había llegado a destino. Y también se dio cuenta de que, así como el intervalo entre cartas se había alargado mientras el príncipe se alejaba, éste debería acortarse al acercarse. Luego, como era un tanto pícara, le envió una nota en la que le pedía que continuara escribiéndole todos los días, pero que no le avisara del inicio de su regreso, que su corazón enamorado se lo diría y que, como prueba de ello, le guardaría la carta escrita al inicio de su viaje de retorno. Lo que realizó sin ninguna dificultad".



Me encanta este cuento.. Esta princesa podría haber sido una gran astrofísica..



Visto en:
Ellitoral.com

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Miguel Ángel:

En efecto, el relato es encantador pero la picardía de la princesa ¿a qué debemos atribuirla? ¿Quería sorprender a su esposo con un truquillo de enamorada o disfrutar de los abrazos del capitán de la guardia el mayor tiempo posible?

Atentamente,

miguelangel dijo...

Estimado Payne

Creo que la historia acabó así:

El caballero, que estaba locamente enamorado de la princesa, se sentía muy desdichado de no poder estar con su amada. Así que pensó: "No dejaré que me olvide. Le escribiré todos los días. Aunque mi escritura no sirva para otra cosa, me querrá por mi fidelidad".

Todos los días, dondequiera que estuviese, le escribía; y cuando regresó, al cabo de mucho tiempo, se enteró que aproximadamente a las doscientas cartas, ¡la princesa se casó con el cartero!

La moraleja en este caso es que no hay que confiar en las palabras escritas para lograr el entendimiento.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

una historia de amor en la que usa el conocimiento científico. Un abrazo.

Francisco Méndez S. dijo...

Lo que yo creo: la pricesa estaba enamorada del príncipe, como la mayoría de las mujeres disimuló su inteligencia, para aparecer más enamorada aún.
Nada de tonta ella.
Saludos

Francisco Méndez S. dijo...

Lo que yo creo: la pricesa estaba enamorada del príncipe, como la mayoría de las mujeres disimuló su inteligencia, para aparecer más enamorada aún.
Nada de tonta ella.
Saludos