martes, 18 de diciembre de 2007

Antes que desaparezca

Durante el pasado fin de semana todos los informativos abrieron sus noticias con la Cumbre del Clima que se celebraba en Bali. Los titulares durante estos días fueron desde: "La cumbre de Bali se derrumba", al más esperado: "EEUU se suma finalmente a un acuerdo". Al final, todos contentos. Lo que se ha firmado es al fin y al cabo un acuerdo de mínimos en la conocida como ‘Hoja de Ruta de Bali’, llamada así porque encauzará las negociaciones que comenzarán el año próximo, y que contiene la agenda y los principios que deben regir las conversaciones de aquí a 2009, año en que se planteará elaborar un nuevo Protocolo de Kioto que continúe el actual. Entonces otro gallo cantará.


La importancia que tienen los temas asociados al cambio climático global se ve reflejada en la cobertura cada vez más amplia en los medios masivos de comunicación. Pero como todo, existe el riesgo de saturación. Puede llegar un punto en que deje de interesar a los redactores porque se convierta en una tema excesivamente reiterado. También puede llegar a dejar de interesar al público porque la saturación equivale a anestesia. Es posible que el cambio climático se acabe convirtiendo en una moda, que con el tiempo desaparezca de los medios de comunicación. Muchos somos conscientes del riesgo que supone afrontar el cambio climático 'desde la emocionalidad' y no desde el análisis científico.



El pasado sábado, mientras en Bali los representantes de Estados Unidos decían que sí al acuerdo con la boca pequeña, en la edición digital de New York Times se publicaba un artículo titulado: ‘Antes que desaparezca’ (Before it disappears). Me llamó tanto la atención que he decidido traer a este espacio algunas de las reflexiones que allí se presentaban. Y la primera de estas reflexiones viene del planteamiento del tema que hacía el propio diario digital: este artículo se publicó en dos secciones distintas del mismo diario, en la sección ‘Ciencia’ y en la sección ‘Moda’. Después de darme cuenta de este detalle y de leer lo que allí se decía, creo que empecé a comprender mejor todo lo que está sucediendo con esto del cambio climático. En cierto modo se plantea hasta que punto puede llegar a vanalizarse el problema. El artículo del N.Y.T comenzaba hablándonos de Dennis y Stacie, casados y residentes en Seattle, que escogen todos los años como destino de sus vacaciones lugares predestinados a su desaparición. Un viaje en kayak a las Islas Galápagos, un ascenso al Kilimanjaro o una visita guiada al Amazonas, son algunos de sus destinos favoritos. Su propósito es verlos antes que desaparezcan.


Numerosos Tour operadores se han hecho eco del interés creciente en el llamado “ecoturismo”. Empresas como ‘Quark Expeditions’, líder en viajes árticos, ha doblado su mercado en muy poco tiempo. Agencias de viajes como esta relatan que cada vez más sus clientes solicitan viajes para ver los glaciares que se derriten en la Patagonia, el arrecife amenazado de la Gran Barrera de Coral (Queensland), o los atolones de las Maldivas. Ni siquiera el reciente accidente del crucero ‘Explorer’, que golpeó un iceberg el mes pasado, ha conseguido enfriar el interés creciente.


Lo que persiguen estos turistas puede ser una versión moderna de nuestro viejo impulso de contemplar las grandes fronteras. Eso sí, en vez de ser el primero en subir una montaña, estos nuevos aventureros están impacientes por ver la agonía del moribundo en su lecho de muerte. Lo peor es que estos viajes 'ecosensibles' pueden tener un devastador efecto sobre el propio calentamiento global. Digamos que esta clase de viajes no tienen nada de ‘verdes’. Aeroplanos, cruceros, hoteles, y toda una gran industria del ocio que se alimenta del frenesí ecologista-consumista, y que puede apresurar la destrucción de los mismos espacios que los turistas quieren contemplar. Y es que nadie está dispuesto a renunciar al agua caliente y otras comodidades. Por ejemplo, pasar unos días en la selva tropical sale por unos 497 $ por persona, incluyendo una permanencia de tres noches en una cabaña (ecológica), un viaje en barco a una granja (ecológica), una excursión a la reserva privada del hotel (reserva ecológica, por supuesto), y un masaje de 30 minutos en el balneario del hotel. También me ha gustado el paquete ‘Serengueti Verde’, en Tanzania, que sale por unos 836 $ noche-persona, con todas las bebidas, excluyendo el Champán.


Lo único positivo de todo esto es que estas mismas empresas invierten parte de los beneficios en la propia conservación de los espacios que explotan, aportando fondos para centros de investigación y más medios para estas causas.


En el fondo está la misma idea de aventura. Hubo un tiempo en que naturalistas como Darwin, exploradores como Lewis y Clark, aventureros como Livingston y Scott, procuraron conquistar los desafíos naturales. Sólo medio siglo después los mochileros y otros 'exploradores con manicura' tomaron las rutas más apacibles por carreteras a través de Asia o Sudamérica, descansando en posadas y hoteles de cinco estrellas para aventureros intrépidos. Todavía nadie ofrece viajes árticos en los que permitan a los turistas matar perros de trineos para comérselos después. Por suerte para los perros, los paquetes turísticos por ahora no han llegado a ese extremo de querer representar la aventura hasta ese punto. Y como dijo un naturalista. “Tenemos una visión idealizada del Polo Norte. Una visión panorámica de un póster. Y luego está la realidad. Es frío. Es duro. Y Santa Claus no está esperando para saludarnos”.


Fuente:

'Before it disappears' - New York Times


10 comentarios:

Prudencio Salces dijo...

Curiosamente, a medida que iba leyendo tu artículo me postulaba yo ante el turismo como elemento clave de la aniquilación de parte de la vida natural del planeta, y mentalmente, y cínicamente, venía "echándole" la culpa a los descubridores, y pensaba responderte a final con la pregunta que, al fin, tú mismo planteas. Obviamente ellos, los viajeros, no tienen la culpa de que la aventura y los descubrimientos haya devenido en vacaciones "verdes" en el Serengueti o en el Amazonas, pero así, como un sentimiento de contrariedad pensaba mientra leía, y ahora lo escribo, si la gran obra de Richard Burton (1821-1890) ─a decir de Javier Reverte el descubridor que mejor escribió sobre sus viajes─, mal entendida, claro está, no vino a crear toda esta caterva de predadores y ensuaciadores que somos los turistas. Y no solo los turistas millonarios que pueden costease esos viajecitos que anuncia el N.Y.T. a los pocos lugares ya "privilegiados" antes que desaparezcan, sino el turismo como obligación en general.

Por lo demás, me parece muy bien que tu crítica sobre la Cumbre de Bali la hayas dirigido a esta cuestión que apenas nos cuestionamos los consumidores de bolsas de plástico y bebidas en lata, por ejemplo.

Con mi afecto
Juan Luciano Jiménez

Francisco Méndez S. dijo...

Hola:
El turismo de lugares antes de que desaparezcan, es cada dia mas "verde", para contaminar lo menos posible, o si no desaparecerán antes de lo previsto, echando a perder el negocio.

miguelangel dijo...

{Mensaje 'spam' borrado}

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Pues esos viajes deben ser interesantes. Al menos, se salen de la rutina viajera habitual. Cada día nos sorprendes con algo nuevo en tu notable blog.

un abrazo.

diego dijo...

Uno de los factores que contribuyen al cambio climático es la agricultura y realmente escucho y leo poco acerca de el.
Se oye de automóviles, mucho no tanto de industrias, pero nada o muy poco de agricultura, que para ampliar las fronteras agrícolas queman selvas con su contenido vegetal y animal.
Y con fertilizantes y plaguicidas contaminan aguas abajo los ríos y lagos.
Lo que no estamos considerando es en disminuir el número del verdadero factor desequilibrante en la ecuación de energía de la Tierra: nosotros, y a como vamos, tengo la sospecha que la tierra va, en breve plazo a hacerse cargo de la merma.
No me ofrezco de voluntario, pero no hay planes serios de control de la natalidad tampoco, no creo que con el Prolocolo de Kioto cumplido a pleno alcance y por ahora no se cumple ni un poquito.
El turismo contamina y los turistas son detestables siempre y en cualquier lugar, (casi tan detestables como necesarios,Ja)
saludos

femmeicthys dijo...

Este asunto me deja con la boca seca. Visitar las áreas en peligro de extincion antes de que desaparezcan parece más tener que ver con la exclusividad y el poder adquisitivo que con el interes ecologico.
Querido ¡75mara, me quedo sin palabras, como podriamos calificar estas conductas del homo sapiens?
Me quedo sin adjetivo.
Solo se me ocurre la palabra conciencia.

BUDOKAN dijo...

Habrá que hacer algo pronto porque no sería divertido darse cuenta una vez que no haya solución posible. Muy interesante tu opinión y las cosas que nos cuentas en el post. Felices Fiestas!

daviccy dijo...

Atención a la coincidencia: me despierto por la mañana con el cuerpo como para ver un documental, y, en vez de eso, me descargo una conversación de una hora con Tim Flannery, (científico y activista) en la que se habla abundantemente sobre el cambio climático. Acabo de oirla, como algo, y me digo: ¡vamos a ver qué pasa hoy en antrópicos! Y me encuentro esto...

Creo que es un hecho que el cambio climático ha sido convertido en una moda (si es una moda más o menos pasajera, eso podría debatisre). Es una característica de la rama social del sistema capitalista: si algo entorpece tu economía, estúdialo y transfórmalo en moda, es decir, saca beneficios y asegurate de que se convierte en algo pasajero. Ahora habría que sopesar hasta qué punto es beneficioso para el objetivo de la lucha contra el cambio climático la vanalización de un hecho científico de esta magnitud para su difusión entre las masas. Probablemente esta es la única manera. ¿A alguien se le ocurre otra?

miguelangel dijo...

La verdad es que comparto los comentarios que habéis hecho ..

Juan Luciano: Qué razón tienes al calificar el turismo como obligación, sobretodo en un país donde su mayor producto interior depende de eso. Supongo que para ser un buen patriota hay que pernoctar en destinos aberrantes como Marbella o Benidorm.. Podemos jugar en alguno de los más de 90 campos de golf que hay en Andalucía
(eso sí, en verano nos cortarán el agua para beber.. pero qué más da mientras el guiri y el nacional pueda echarse unos hoyos).. Y ya mismo podremos ir a jugar a las tragaperras a los Monegros (yo me quedo en las tragaperras, eso del blackjack se lo dejo al tío gilito).. ¿No reclamaba Aragón agua del Ebro? De hecho, ¿no va de eso la Expo 2008?.. Ah!, que antes no había agua, para ahora se podrá crear unas Vegas en Europa, con sus lucecitas y piscinas llenas de chicas playbloy.. Y creo que también van a poner museos y exposiciones. Que las madres y padres aragoneses no piensen que aquello va a ser todo escándalo.. Y tendremos a nuestro Elvis aragonés (Labordeta, o Marianico el corto), cantando ¡Vivaaaa los Monegros!
España va bien

Ulysses: Aunque es cierto que cada vez se está más concienciado y se tiende a un turismo más sostenible (aunque personalmente creo que eso lo está provocando la demanda más que la oferta), no es menos cierto que ese afán por el máximo beneficio en el mínimo tiempo y coste, capitalismo voraz en definitiva, hace que por ejemplo, se estén construyendo hoteles con un gran impacto medioambiental (y estético, por qué no decirlo).. Aquí en España tenemos mucho de eso. De hecho ya hay sentencias judiciales que obligan a derribar instalaciones turísticas por no respetar los límites del sentido común... En las zonas de glaciares se han disparado los viajes turísticos, con lo que eso supone de incremento de CO2 justamente en las zonas más sensibles del planeta.. Suerte que la población en general se va concienciado.

Fernando: Si no me equivoco tu has estado en Egipto. Por lo que sé allí, al igual que ahora pasa con Altamira, se están empezando a tomar medidas para que el exceso de turistas (flashes, respiración, etc) no perjudique más de la cuenta esos espacios y las obras que allí se exponen. En cierto modo esto viene a ser lo mismo, pero con un mayor perjuicio a escala global.. aunque también tengo claro, que al igual que he comentado en el post, los mismos que se benefician de estas explotaciones también son los primeros en invertir en su conservación, como bien dice Ulysses.

Diego: es cierto lo que dices. La tala indiscriminada de árboles por la agricultura sobretodo, es uno de los mayores causantes del efecto invernadero. Cuando se tala un árbol, no sólo estamos acabando con una fábrica de producción de oxígeno y absorción de carbono, sino que en el mismo acto de la tala, se libera el carbono que se está procesando en ese momento el mismo árbol para su crecimiento. Todos los años, las actividades humanas desprenden en la atmósfera 8000 millones de toneladas de carbono.. Y menos de la mitad se queda allí. Los océanos y los bosques absorben la mitad.. La quema de rastrojos puede suponer un espectacular desprendimiento de carbono, pero no puede rivalizar con el producido por una central térmica de carbón. Esa conversión de combustibles fósiles en energía es la causa del 80% de las emisiones anuales de CO2.. Prácticas como la deforestación son la causa del 20% restante... ¿Es todo esto inevitable? ¿No podemos crear santuarios en zonas como los glaciares para protegerlos, y al mismo tiempo protegernos?

Femmeicthys: Es difícil pedir conciencia a quien como dices busca la exclusividad.. Recuerdo un anuncio en el que se representaba una subasta en un futuro no muy lejano.. Lo que allí se subastaba era una mesa hecha con el 'último árbol sobre la Tierra'.. Era una imagen muy explícita de cómo podrían acabar las cosas, como objetos de coleccionistas y sibaritas.. Será como los viajes alrededor de la órbita terrestre. Millonarios que dejarán una minúscula parte de su fortuna en poder decir que son de los primeros en vivir esa experiencia.

Budokan: Supongo que cuando realmente seamos conscientes del peligro que corremos, todos comenzaremos a tomar medidas y a señalar a los que no las toman. Por eso está bien todo lo que sea concienciación.

Daviccy: Tienes mucha razón (y yo añadiría a tu comentario sobre el capitalismo otro sistema que también realiza esa misma estrategia: la religión, y en particular, el cristianismo.. Si no puedes con ellos, únete a ellos.. de ahí las fechas que celebramos.. ¿quiere eso decir que se puede comparar la religión al capitalismo? mmm.. Nunca me había planteado esa reflexión). Bueno, volviendo al tema, como he comentado en el post, es muy importante que estos temas no se aborden desde la emotividad. Los científicos tienen mucho que decir sobre todo esto. Científicos que no estén influenciados por lobbys ni gobiernos.. Y nada de 'mi primo el científico me ha dicho..'

Rodi dijo...

Da mucho que pensar que exista esta clase de turismo. Es una forma dura y extraña de ver la situación del mundo tras el calentamieto global.

Gran descubrimiento el tuyo.

Saludos.