sábado, 27 de octubre de 2007

La genética de la política

Un reciente estudio publicado en Scientific American afirma que nuestra determinación a la hora de participar ejerciendo nuestro derecho al voto en unas elecciones estaría determinada por nuestros genes.

Este estudio realizado por James Fowler de la Universidad de California, serviría para hacer predicciones sobre el número de participantes en un proceso electoral. Hasta ahora los teóricos especulaban sobre factores como la edad, el sexo, la raza, el estado civil, la educación, los ingresos, ser propietario de una casa, el conocimiento político o la asistencia a la iglesia. Pero este estudio indica que cada uno de estos factores sólo ejerce un pequeño efecto a la hora de ir a votar.

Fowler se cuestionaba por qué los votantes seguían ejerciendo su derecho al voto incluso cuando sabían que su decisión no cambiaría el resultado de unas elecciones. “Es como si lo votantes hubieran sido programados para seguir votando, incluso cuando saben que su voto es probablemente inútil”, declara Fowler. “Al mismo tiempo, muchas personas nunca votan. Entonces me pregunté si habría algo más básico a nivel biológico”.

Para este estudio Fowler y sus colegas escogieron a un grupo de gemelos y a un grupo de hermanos mellizos. Si la decisión de votar está basada en los genes, los gemelos deberían comportarse de una forma más parecida que los mellizos.
Los investigadores compararon el registro de gemelos de California del Sur con el registro público de votantes electrónicamente accesible, y el registro de participación del condado de los Ángeles. Su análisis para 326 gemelos y 196 mellizos sugiere que la genética es la responsable de un 60% de diferencia en la participación en las elecciones, el resto sería responsabilidad de factores ambientales u otros.

También realizaron un estudio a escala nacional. En este nuevo estudio no sólo se cuestionaron la participación electoral, sino que también plantearon aspectos como la participación en otras actividades políticas como contribución en las campañas, asistencia a mítines y reuniones políticas o marchas de protesta. Los datos sobre 442 gemelos y 364 mellizos informan de 72% de diferencia en la participación electoral, y un 60% de diferencia en otras actividades políticas.

Fowler afirma que esto no determina quién votará a quién según la biología, sino si participará o no en unas elecciones. También afirma que esto no es determinante al 100%, y que se puede hacer mucho para desarrollar una conciencia política a pesar de nuestros genes. El científico declara que estos genes estarían relacionados con comportamientos más antiguos, como las disposiciones innatas a la cooperación.

Sin embargo en otros estudios estos porcentajes de participación según la genética no son del 60%, sino del 40%. Aún así todavía es mucho, y se sugiere que esto sería un rasgo de personalidad genéticamente influido.

Hay quien afirman que confiar estos estudios en base a gemelos como una evidencia de eslabones entre la genética y el comportamiento es un error. Según estos científicos dos terceras parte de los gemelos cuando son fetos comparten el mismo torrente sanguíneo, y estas semejanzas podrían también atribuirse no sólo a compartir genes, sino también a compartir niveles similares de hormonas y otros compuestos durante el desarrollo fetal. Esto supondría que ese modelo de semejanza no implicaría a la genética como única responsable.

Por otro lado la revista Nature Neuroscience publicó en septiembre un informe presentado por un grupo de psicólogos de la Universidad de Nueva York en el que se intentó probar si estamos predispuestos biológicamente o no a nuestras inclinaciones políticas. Según este estudio no afecta tanto el ambiente sino diferencias fundamentales en el procesamiento de la información en el cerebro. Para realizar el estudio se escaneó el cerebro de 43 sujetos cuando respondían a unas 500 preguntas escogidas, preguntando antes sobre sus inclinaciones políticas. Quienes se declararon liberales tuvieron una mayor actividad en una región del cerebro conocida como corteza cingulada anterior que sus colegas conservadores. “Quienes se declararon políticamente liberales son más sensibles a la necesidad de cambio y a la necesidad de cambiar su comportamiento”, declara David Amodio, profesor asistente de Psicología en la Universidad de Nueva York.

Estos estudios están causando gran controversia en la comunidad científica por lo arriesgado de sus afirmaciones. Si todo esto fuera así supondría que nuestra capacidad de decisión está claramente condicionada. Y quién sabe, a lo mejor los políticos a partir de ahora comienzan a tener más en cuenta a psicólogos, neurólogos y genetistas, al margen de las encuestas.

Fuentes:
Scientific American - octubre 2007
El espectador - octubre 2007

5 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm, interesante. Pero no han descubierto si también por genética se vota a uno u otro partido político.

un abrazo.

Myriam dijo...

no creo que por genética se vote a uno u otro partido, porque eso es algo muy reciente (lo de los partidos politicos y los votos) y no creo que haya genes que se hayan especializado en determinar eso. Si veo más normal que relacionen el hecho de votar con el de ser socialmente activo o contribuir en la comunidad, porque estos comportamientos son mucho más antiguos y los heredamos de otras especies a lo largo de la evolución.
Sí que es cierto que el estudio con gemelos tiene mucha controversia, porque es muy dificil eliminar el factor ambiental. Pero si lo han publicado ahí será que está bien hecho

Francisco Méndez S. dijo...

Hola: Muy interesante estudio, que revela que la genética influye en nuestro comportamiento.
Saludos

Antonio Ruz dijo...

No digo que no haya determinados condicionantes geneticos, a la hora de ser más conservador o mas progresista, pero no creo que estos condicionantes sean decisivos, ya que de unas elecciones a otras se producen a veces vuelcos muy grandes, y esto es debido a otros factores distintos.
Nos vemos.

miguelangel dijo...

Me toca opinar a mí. Estoy de acuerdo con Myriam. Este estudio está realizado a norteamericanos, y creo que este factor es importante. Lo que viene a decir no es que genéticamente uno tenga inclinaciones hacia una opción política u otra, sino el hecho de tomar parte del proceso electoral. Y supongo que la sociedad norteamericana, que tiene una mayor historia democrática, está mucho más concienciada de la importancia de la participación. Esto podría compararse a conductas en interés de la comunidad, por lo que los genes podrían tener su influencia. Por estadísticas nos viene a decir que hay grupos y estructuras parentales con mayor concienciación participativa.
El otro estudio que comento indica que dos personas con distinta inclinación hacia una opción política, han desarrollado diferentes respuestas ante un mismo estímulo. Esto no sería algo genético, sino cognitivo. Entiendo que se desarrollan distintas sinapsis cerebrales dependiendo de lo que nos interesa. Y ahí sí se podría distinguir las inclinaciones políticas... A un importante científico que hablaba sobre el lado izquierdo y derecho del cerebro, le preguntó un periodista si eso tenía que ver con ser de derechas o izquierda. Y eso, según dijo el científico que no supo que responder, le hizo pensar que podría haber componentes biológicos en ese tipo de actitudes .. Estos estudios son un intento de descubrir eso.