Las estrellas y los planetas pasan por encima de nuestras cabezas todas las noches, pero cada cual les atribuye una importancia distinta. Hay quien es feliz ignorando el universo. Otros intentamos hacerlo parte de nuestras vidas.
Veamos que nos depara astronómicamente el mes de febrero.
Veamos que nos depara astronómicamente el mes de febrero.
Fases de la Luna:
Cuarto creciente: 6 de febrero, a las 19:22 TU. Distancia: 391829 Km.
Luna llena: 14 de febrero, a las 23:53 TU. Distancia: 403470 Km.
Cuarto menguante: 22 de febrero, a las 17:15 TU. Distancia: 376317 Km.
Este mes no tendremos Luna Nueva.
El 12 de febrero a las 05:09 TU la Luna estará en apogeo, a una distancia de 406231 Km, y el 27 de febrero a las 19:51 TU estará en perigeo, a 360440 Km.
Planetas visibles:
Mercurio: Hasta el día 9 será observable al atardecer si miramos hacia el oeste
Venus: Visible durante todo el mes antes del amanecer, dirección este
Marte: Visible en los amaneceres de febrero, dirección sur
Júpiter: Visible toda la noche
Saturno: Se podrá observar en los amaneceres, dirección sur, cerca de Marte.
Lluvia de meteoros:
El 8 de febrero tenemos el máximo de las Alfa-Centáuridas, radiante en Centauro.
Estrellas y constelaciones:
Estando en el hemisferio norte, y orientándonos a su vez hacia el norte, durante el mes de febrero podemos observar como el Carro Mayor se eleva marcha atrás, que ocupa posición opuesta a Casiopea con respecto a la Polar. En lo más alto luce la majestuosa Capella.
Sin embargo es orientándonos hacia el sur donde veremos las estrellas más brillantes. Tomaremos como referencia Orión, donde encontramos Betelgeuse y Rigel. Si seguimos la linea que forman las tres estrellas del Cinturón hacia abajo encontraremos Sirio (en Canis Major), y Aldebarán (en Tauro) si prolongamos la línea hacia arriba. En el cielo oriental lucen los gemelos Cástor y Pollux (en Géminis). Y aislada entre ellos y Sirio encontramos a Procyon (en Canis Minor).
Sin embargo es orientándonos hacia el sur donde veremos las estrellas más brillantes. Tomaremos como referencia Orión, donde encontramos Betelgeuse y Rigel. Si seguimos la linea que forman las tres estrellas del Cinturón hacia abajo encontraremos Sirio (en Canis Major), y Aldebarán (en Tauro) si prolongamos la línea hacia arriba. En el cielo oriental lucen los gemelos Cástor y Pollux (en Géminis). Y aislada entre ellos y Sirio encontramos a Procyon (en Canis Minor).
En el hemisferio sur el cielo de verano aparece repleto de estrellas brillantes en dirección norte. Betelgeuse y Rigel (en Orión) lucen a buena altura. Más alta luce Sirio (en Canis Major). Por debajo de Sirio, aislada, Procyon (en Canis Minor). Volviendo al Cinturón de Orión, por debajo se distingue Aldebarán (en Tauro). Cerca del horizonte aparecen Cástor y Pollux (en Géminis). Más abajo y rozando el horizonte, Capella (en Auriga).
Si dirigimos la mirada hacia el sur, durante las noches estivales las Nubes de Magallanes Mayor y Menor se encuentran en posición óptima para observarlas. Canopo (en Carina) brilla hacia el sur. La Cruz del Sur (Crux) empieza a subir.
Si dirigimos la mirada hacia el sur, durante las noches estivales las Nubes de Magallanes Mayor y Menor se encuentran en posición óptima para observarlas. Canopo (en Carina) brilla hacia el sur. La Cruz del Sur (Crux) empieza a subir.
Nota: Las imágenes están tomadas del programa Stellarium simulando las posiciones al comienzo de la noche en Córdoba (Spa) para el hemisferio norte y Buenos Aires para el hemisferio sur.
El mejor mes del año para observar los cielos es sin duda febrero. Ideal para disfrutar además del astro más brillante del firmamento, Sirio. Para los egipcios Sopdet (Sothis en el periodo grecorromano), la estrella más brillante del cielo, ya era mencionada en los Textos de las Pirámides, y se le asoció desde un principio a la diosa Isis. La importancia de Sirio no se debía solo a su brillo, sino muy especialmente por su "salida", su orto heliaco, en el que se celebraba un festival, el "Peret Sopdet", que marcaba la llegada de la inundación. Ese día Sirio, después de haber sido invisible durante alrededor de 70 días, volvía a ser visible al amanecer al estar en conjunción con el Sol. La coincidencia de este fenómeno astronómico con la llegada de las aguas, hizo de Sirio el heraldo de la vuelta a la vida en Egipto, y por tanto la estrella más importante. El festival de la "salida del Sopdet" se fue desplazando a lo largo de la historia faraónica, debido a que el año civil egipcio era de 365 días (carecían de bisiestos). Queda claro que al ser la más brillante Sirio ha gozado de un especial interés por la humanidad desde el principio de los tiempos..
El mejor mes del año para observar los cielos es sin duda febrero. Ideal para disfrutar además del astro más brillante del firmamento, Sirio. Para los egipcios Sopdet (Sothis en el periodo grecorromano), la estrella más brillante del cielo, ya era mencionada en los Textos de las Pirámides, y se le asoció desde un principio a la diosa Isis. La importancia de Sirio no se debía solo a su brillo, sino muy especialmente por su "salida", su orto heliaco, en el que se celebraba un festival, el "Peret Sopdet", que marcaba la llegada de la inundación. Ese día Sirio, después de haber sido invisible durante alrededor de 70 días, volvía a ser visible al amanecer al estar en conjunción con el Sol. La coincidencia de este fenómeno astronómico con la llegada de las aguas, hizo de Sirio el heraldo de la vuelta a la vida en Egipto, y por tanto la estrella más importante. El festival de la "salida del Sopdet" se fue desplazando a lo largo de la historia faraónica, debido a que el año civil egipcio era de 365 días (carecían de bisiestos). Queda claro que al ser la más brillante Sirio ha gozado de un especial interés por la humanidad desde el principio de los tiempos..
En el centro, Sopdet (Sirio), con Sah (partes de Orión) enfrente de ella, y los planetas Júpiter y Saturno a su espalda. Techo astronómico de la tumba de Senenmut. Imagen de J.A.Belmonte.
En la imagen podemos ver a Sirio abajo.
Por encima, a la izquierda Procyon y a la derecha la roja Betelgeuse. Imagen wikipedia.
Para finalizar, os dejo como siempre con los fantásticos vídeos de La Costa de las estrellas:
El cielo de febrero 2014. Hemisferio Norte:
El cielo de febrero 2014. Hemisferio Sur:
Fuentes:
Guía del cielo nocturno, R. Burnham
Pirámides, templos y estrellas. J.A. Belmonte.
Pirámides, templos y estrellas. J.A. Belmonte.
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