miércoles, 10 de diciembre de 2008

inspiración, intuición directa y originalidad

"En las artes se podría decir que los criterios estéticos son soberanos. La estética en las artes es tema sofisticado, y los filósofos han dedicado vidas enteras a su estudio. Podría argumentarse que en matemáticas y en las ciencias tales criterios son meramente secundarios, siendo soberano el criterio de verdad. Sin embargo, parece que es imposible separar uno de otro cuando consideramos los temas de inspiración e intuición. Mi impresión es que la fuerte convicción de la validez de un soplo de inspiración (no 100% fiable, añadiría, pero al menos mucho más fiable que el puro azar) está ligada muy estrechamente con sus cualidades estéticas. Una idea bella tiene mucha mayor probabilidad de ser correcta que una idea fea. Esa ha sido al menos mi propia experiencia, y sentimientos similares han sido expresados por otros. Por ejemplo, Hadamard escribe:

... es evidente que no puede tener lugar ningún descubrimiento o invención importante sin la voluntad de encontrar (...) Pero hay algo más: la intervención del sentido de la belleza juega su parte como un medio indispensable para encontrar. Hemos llegado a una conclusión doble:

que la invención es elección
que esta elección está gobernada imperiosamente por el sentido de la belleza.


También Dirac, por ejemplo, afirma abiertamente que su agudo sentido de la belleza fue el que le hizo capaz de descubrir su ecuación para el electrón, mientras otros la habían buscado en vano.

(...) Mi conjetura es que, incluso para el repentino golpe de intuición, aparentemente producido ya listo por la mente inconsciente, es la consciencia la que es el árbitro, y la idea será rápidamente rechazada y olvidada si no 'sonase' cierta. El rechazo 'estético' al que me estoy refiriendo podría ser tal, estoy suponiendo, que prohibiera que las ideas poco atractivas alcancen cualquier nivel apreciablemente permanente de la conciencia."


Roger Penrose - La nueva mente del emperador

5 comentarios:

diego dijo...

La anécdota de Kekulé, que soño con seis monitos bailando en ronda y le sugirió la posible estructura del benceno(C6-H6), que no podía es interpertada, dada su estabilidad, como un doble alquino.
Al relatarla a sus discipulos solia agregar: Señores hay que saber soñar!.
Además de Einstein se relatan situaciones similares en la que se iba dormir con un problema y a despertar lo resolvía.
Ambas estan complementando tu post.
Y un ejemplo similar está en la correpondencia entre Borh y Heisenberg se acusaban mutuamente de que su matematica "apestaba"
El mas puro intelecto sin la intuición es probable que solo camine por caminos conocidos.
muy interesante entrada gracias!
saludos

miguelangel dijo...

Todas estas anécdotas demuestran que las ideas profundas y complicadas suelen llegar 'como un soplo' mientras el pensamiento consciente parece estar en otra parte.. Suele ser siempre así. A todos nos a ocurrido alguna vez, ¿verdad? Mira, te contaré una anécdota tonta al respecto:

Cuando estudiaba metodología de la programación me mandaron como práctica realizar un programa que presentase por pantalla una 'matriz caracol'. Se trata de una matriz cuadrada, nxn, donde 'n' es un número impar (por tanto, 1x1, 3x3, 5x5, ...) de tal manera que el elemento central de la matriz es el 1, a su derecha el 2, debajo el 3, a su izquierda el 4, y así sucesivamente, dibujando un caracol.. el último elemento (superior derecha) es el cuadrado de n.. Esto había que hacerlo con lo que se denomina 'tecnología de punteros'.. Y era la típica práctica que los compañeros nos la pasábamos de unos a otros para copiarla por no tener ni idea.. De hecho me pregunto quién fue el primero que la hizo.. Incluso viéndola parecía indescifrable.

Una tarde decidí hacer el programa por mi cuenta. Mi planteamiento era algo tan simple como 'buscar una iteración', algo que se repita, y a partir de eso construir el algortimo.. Después de mucho tiempo buscando, cansado de no encontrar la solución, con la cabeza echando humo, me levanté frustrado, y justo en en ese momento.. voilà! Ahí estaba. Fue tan simple como mirar la diagonal que iba del primer al último elemento (de '1' a 'n cuadrado') y comprobar que todos los elementos de la diagonal eran los cuandrados de los distintos valores de n (1, 3, 5, ...). Fácil de ver entonces.

Pues así ocurre casi siempre.

Me ha encantado la anécdota del benceno. Hay que saber soñar..

salud

Myriam dijo...

Cuántas veces en el colegio se me habrá ocurrido la solución a un problema de mates o de física mientras dormía... Hay que saber soñar.. por algo dicen que los sueños son la manera que tiene nuestra mente de resolver problemas no acabados...
En cuanto a la belleza.. es algo relativo creo yo.. porque si los físicos o matemáticos ven bella una ecuación... siento no poder estar de acuerdo con ellos (siempre es una opinión personal). Y también personalmente, por muy buenos resultados que me pueda proporcional un gel nunca veré bellas las bandas..

Passy dijo...

Estimado Miguel Ángel:

Hace ya años que leí el libro en cuestión, pero ando ahora dándole vueltas a un asunto que tiene que ver con esto que citas. ¿Puedes indicarme la página?

Gracias

miguelangel dijo...

Cómo no!

Se trata del capítulo 10,"¿Dónde reside la física de la mente?". Yo tengo la edición debolsillo y se encuentra entre la página 506-601. El título del post es el título del apartado, donde utiliza la anécdota de Poincaré para explicar el papel del inconsciente en el pensamiento inspirado.

salud !!