miércoles, 7 de mayo de 2008

Catástrofes

Existe una regla periodística no escrita empleada por la prensa norteamericana (y trasladable a la prensa en general) que dice algo así como: “un estadounidense igual a cinco ingleses igual a 500 ecuatorianos igual a 50.000 ruandeses”. Regla que varía con el tiempo y la circunstancia, pero contiene una gran verdad: los estadounidenses, como el resto de la humanidad, se preocupa menos de unas partes del mundo que de otras. Sólo hay que poner las noticias en un día como hoy para comprobarlo. La cabecera de esta mañana en todos los periódicos digitales españoles es: “Obama gana en Carolina del Norte”. ¿Dónde queda entonces la noticia de la catástrofe producida por el ciclón 'Nargis' en Birmania? Recordemos los datos actualizados a las 8 de la mañana: más de 22.400 muertos, más de 41.000 desaparecidos. A estas cifras se les adjudica una importancia de cuarta noticia del día como término medio. ¿Indiferencia? ¿Resignación? ¿O tendrá algo que ver con esta actitud la impredicibilidad de los desastres naturales? La repercusión mediática que tuvo el huracán 'Katrina' demuestra que esto no es así. De todas formas, y por no dar más vueltas al asunto, me quedaré con lo que planteo en la última pregunta y recordaré algo sobre la Teoría de las catástrofes.

Por definición la “Teoría de las Catástrofes” de René Thom, considera a las catástrofes como puntos singulares en funciones complejas en espacios de n dimensiones, no pudiendo ser considerados por el cálculo diferencial al ser fenómenos discontínuos. Lo mismo ocurre con la “Teoría del Caos” (podemos considerar la teoría de las catástrofes como parte de ésta). En campos como la meteorología no es posible hacer predicciones exactas a largo plazo porque, al igual que ocurre en una mesa de billar, es sensible a cambios apenas perceptibles que se producen en condiciones iniciales.


Si un sistema está “en reposo” tiende a ocupar su estado ‘ideal’ de estabilidad. Si se le aplican fuerzas de cambio, el sistema intentará inicialmente absorber esas fuerzas, intentado recuperar su estado de máxima estabilidad. Si estas fuerzas son tan intensas que no pueden ser absorbidas, después de un “cambio catastrófico” se establecerá un nuevo estado estable. Como nos contaba Luis Racionero, “si una variable alcanza valores por encima de un límite sin respuesta del sistema, éste queda destruido: esto sería una catástrofe en el sentido normal del término, como al elevar la presión de una caldera más allá del límite permitido. Pero si al llevar una variable más allá de un límite el sistema no queda destruido, sino que puede saltar bruscamente a otro estado y continuar existiendo, entonces se llamará catástrofe, en el sentido de la teoría de las catástrofes, a este salto brutal que ha permitido al sistema subsistir cuando normalmente debería quedar destruido. La catástrofe es, por tanto, una maniobra de supervivencia de un sistema obligado a salir de su estado normal”

La teoría de Thom pretende por tanto, a partir de una serie de ecuaciones matemáticas, mostrar cómo un sistema ordenado en apariencia puede sufrir cambios 'catastróficos', llegando a obtener un orden de comprensión en el desorden de la discontinuidad. Con esta teoría se podría explicar no sólo fenómenos como los terremotos, sino otros como la aparición de la vida (morfogénesis) , infestaciones de plagas, la metamorfosis, comportamientos de estructuras arquitectónicas, bolsa de valores, el hundimiento de las civilizaciones, etcétera.


Thom acabó descubriendo que predecir sistemas complejos con muchas variables (más de 5) es prácticamente imposible. Así que lo único que podemos hacer para minimizar los daños en desastres como el de Birmania es hacer justamente lo que no se ha hecho: prevenir. Y las consecuencias de un desastre como este, aunque se produzca en el otro extremo del mundo, puede llegar a afectarnos directamente. Por de pronto, y sin considerar lo más importante, el drama humano, veremos cómo afecta este suceso al mercado del arroz en los próximos meses.



3 comentarios:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

La prensa es así porque el consumidor de prensa le gusta eso o porque traga con eso por no haber otra cosa ????

un abrazo.

Antonio Ruz dijo...

Muy curiosa la regla de tres sobre la importancia de las personas, con la cual estoy totalmente de acuerdo, aunque sea una lastima.

Para ver también la diferencia entre una catastrofe en una zona rica y una pobre podemos ver la diferencia de muertos que hay entre esta y lo que sucedio con el Katrina.

Para más desgracia el régimen del país no deja entrar la ayuda humanitaria extrangera.

Acabo de oír en la radio una noticia donde decían que podrían detectar un huracán o desastre de este tipo que se acercara a España con 5 días de antelación.
Imagino que esto sólo sería posible si se dan ciertas caracteristicas, porque según que casos creo que esto es bastante dificil.

Espero que la ciencia avance en este sentido.

Saludos.

Myriam dijo...

Lo malo es que la prevención en condiciones sólo está al alcance de paises con recursos, como EEUU... e incluso ellos no salen siempre indemnes, como se demostro con el katrina.

De todas formas me has dejado flipada con el razonamiento matemático de las catastrofes. Nunca se me habría ocurrido mirarlo así...